Luego de la presentación mensual de los resultados de tráfico de la industria que adelantamos ayer, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) emitió un comunicado especialmente dirigido hacia Latinoamérica y el Caribe a través del cual expresó un nuevo llamado a los gobiernos de la región para que flexibilicen las medidas que restringen la reactivación de la industria aerocomercial y vuelvan a considerar proporcionar ayuda financiera a las aerolíneas.
Como el mayor mercado en el que los vuelos regulares todavía permanecen suspendidos, la República Argentina fue objeto de las principales críticas de IATA respecto al manejo de la salida del confinamiento aéreo, expresando que «la industria ya no puede aceptar más aplazamientos de las fechas de reapertura» y que «necesita que se aclare cuanto antes cuándo pueden reanudarse los vuelos, especialmente porque ya están en vigor todos los protocolos de bioseguridad».
El Vicepresidente Regional de IATA para las Américas, Peter Cerdá, manifestó que «desde el punto de vista de la industria, nos preocupa que el país se convierta en otra Venezuela, que a lo largo de los años ha pasado de ser uno de los mercados clave de la aviación en el continente a tener ahora una conectividad internacional muy limitada».
«Argentina ya estaba pasando por una crisis económica antes del COVID-19. El hecho de que varias aerolíneas internacionales ya hayan tomado la decisión de no regresar una vez que se levanten las restricciones, muestra la falta de confianza en el mercado. La continua postergación por parte del gobierno reducirá aún más la conectividad internacional del país», agregó el directivo.
Recordemos que desde la semana pasada vienen circulando rumores acerca de que el gobierno argentino podría reactivar el transporte aéreo doméstico en octubre, pero todavía no existen certezas al respecto.
En relación a Chile, desde IATA destacaron que aunque no han suspendido los vuelos domésticos e internacionales, debe avanzar hacia el levantamiento de las restricciones fronterizas y las regulaciones de cuarentena. «Las líneas aéreas internacionales han reanudado sus operaciones en el país, pero si la demanda sigue deprimida, es probable que se vuelva a suprimir la capacidad», comentaron.
Desde el organismo celebraron la reanudación de los vuelos domésticos en Colombia a partir de esta semana, pero advirtieron que ahora el objetivo es la reactivación de los servicios internacionales «sin demoras indebidas». Así también aguardan los detalles respecto al reinicio de vuelos internacionales en Perú, anunciado para octubre.
Falta de coordinación entre gobiernos
Desde IATA también manifestaron su disconformidad en lo que definieron como un «mosaico de normas y reglamentos» que «está sofocando la reanudación de la industria», cuando las directrices «Take-off» de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) detallan como requisito previo la apertura de fronteras.
«Los gobiernos se reunieron para acordar las directrices de la guía de la OACI para una reapertura segura de la aviación. Sin embargo, no hay cooperación en su aplicación, por lo que el 90% de los viajes internacionales se mantienen en tierra. Es necesario que los gobiernos acuerden un enfoque basado en la ciencia para reabrir las fronteras y restablecer la confianza en los viajes aéreos», comentó al respecto Cerdá.
La ayuda financiera que nunca llega
Desde el inicio de la crisis del COVID-19 uno de los principales reclamos de IATA se basaba en la necesidad de que se instrumenten ayudas financieras a través de los estados para que las compañías aéreas puedan sobrevivir al parate.
Aún luego de que tres de los principales grupos aéreos de la región debieran recurrir al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos, la mayoría de los gobiernos no respondieron al pedido de la industria (la cual obviamente no esperaba una ayuda a niveles de las que recibieron las aerolíneas del «Primer Mundo», pero sí al menos una señal de apoyo al sector).
Se avanzó en diferimientos de impuestos o tasas, pero hasta el momento Colombia ha sido el único país que ofreció ayuda financiera directa, en este caso, a Avianca Holdings. Aunque Cerdá enfatizó que los beneficios deben alcanzar a toda la industria.
«No es necesario seguir restringiendo el transporte aéreo, ya que la industria cuenta con protocolos estrictos de bioseguridad, que no sólo se han puesto en práctica en los miles de vuelos humanitarios que se han llevado a cabo con éxito en esto meses, sino que han sido aprobados por las autoridades competentes. Tenemos que aprender a coexistir con el virus hasta que se encuentre una vacuna. La aviación está lista para desempeñar su papel en la recuperación socioeconómica de América Latina y el Caribe, pero necesitamos que los gobiernos nos permitan hacerlo», expresó Cerdá.
La aviación contribuyó con 167 mil millones de dólares al PBI de la región, soportando 7,2 millones de empleos. «Si los gobiernos siguen imponiendo restricciones al transporte aéreo, estos beneficios se reducirán masivamente», concluyeron de manera lapidaria desde IATA.
Los números
En toa América Latina y el Caribe la demanda (medida en pasajeros por kilómetro transportados – RPK) disminuyó un 87,5% en julio de 2020 frente al mismo mes del año pasado, mientras que la capacidad (ASK) lo hizo un 83,2%, dando como resultado un factor de ocupación del 63,1%, cinco puntos porcentuales más que la media global.
En lo que respecta al tráfico internacional, la demanda cayó un 95%, mientras que la capacidad lo hizo un 92,6%, dando como resultado un factor de ocupación del 58,4% (-27,1 puntos porcentuales).
El mercado de carga aérea internacional de Latinoamérica fue más pequeño que el de África por primera vez desde 1990, registrando una caída del 32,1% en la demanda y del 44,5% en la capacidad.
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