El precio promedio de los pasajes aéreos en Brasil cayó un 5% en 2014, informó la Administración Nacional de Aviación Civil de ese país.
Cada pasaje comercializado entre enero y diciembre del año pasado costó en promedio 330,25 reales (866,42 pesos argentinos o 93,83 dólares americanos), precio menor que los 347,65 reales de 2013, manteniéndose así la tendencia a la baja que han tenido durante los últimos diez años.
Entre 2004 y 2014 la tarifa promedio se ha reducido en un 48% mientras que la oferta de asientos se triplicó, y la demanda pasó de 74,6 millones de pasajeros en 2004 a 216 millones en 2014.
De acuerdo al ministro de Aviación, Eliseu Padilha, el escenario es resultado de una serie de factores como el fortalecimiento del mercado de consumo doméstico, asociado a la potenciación de la infraestructura aeroportuaria y a medidas de reducción del costo operacional.
Y, desde ya, una palabrita mágica que en el mercado aerocomercial argentino históricamente ha sido tabú: competencia. A la cual podríamos agregarle: flexibilidad, porque en Brasil desde 2001 hay libertad tarifaria, es decir, el estado no fija precios mínimos ni máximos para los pasajes aéreos.
En Argentina en cambio, dos o tres veces al año, y acompañando el ritmo inflacionario, el gobierno nacional establece nuevas tarifas de cabotaje de referencia, las cuales han aumentado de esta manera desde 2002 a 2015 como les mostré en su momento con este cuadro:
Desde ya es casi imposible comparar la realidad de ambos mercados y pretender que las mismas fórmulas funcionen igual en cada uno ya que hay diferencias abismales, tanto en volúmenes como en dispersión geográfica, dos factores que también contribuyen bastante al desarrollo de la aviación comercial en Brasil.