APLA se declara en estado de alerta y movilización

La semana pasada APLA había enviado un comunicado informando que el lunes 12 de septiembre se realizaría una asamblea de afiliados para decidir medidas de acción ante lo que consideran es un «camino hacia una profunda crisis aerocomercial» en nuestro país debido a las medidas que el gobierno está tomando.

Ayer, tras la asamblea, APLA emitió otro duro comunicado, diciendo que «ha llegado el momento en que debemos unir todas nuestras fuerzas y nuestra solidaridad para defender el trabajo y la carrera profesional de los pilotos argentinos, ya que la política aerocomercial que se está desarrollando en el país pone en riesgo nuestro trabajo y las condiciones en que el mismo se desenvuelve».

Así también aseguran que las medidas que toma el gobierno, bajo «eufemismos», plantean un entorno más desregulado, con menor intervención de organismos de control y una creciente extranjerización de los vuelos que terminarán afectando el empleo de pilotos argentinos.

El comunicado hace referencia a «supuestos acuerdos bilaterales sin una real reciprocidad, códigos compartidos que son un puente para direccionar pasajeros del país a través de empresas extranjeras y autorizaciones a nuevas empresas que desconocen los derechos de la legislación nacional y del estándar laboral de los pilotos argentinos». Todo como una «avanzada» cuya finalidad es lograr los cielos abiertos en nuestro país.

También acusan a la ANAC de «hacer la vista gorda» ante medidas que pueden afectar la seguridad aérea, degradando la actividad mediante la reducción de horas de descanso, menores salarios y condiciones de vida.

En el comunicado mencionan además a pilotos de diferentes Direcciones Aeronáuticas provinciales que son mantenidos con contratos precarios y operando en condiciones inseguras, así como a personal de la ANAC y JIAAC que también se encuentra en una situación similar (desde hace años, faltaría agregar).

Finaliza el comunicado APLA declarando su solidaridad con ellos y diciendo que no aceptarán ni un solo despido ni medidas que puedan afectar el trabajo argentino, estableciéndose así en estado de alerta y movilización, y de sesión permanente.

Ahora, mucho de lo que creo al respecto de medidas como estas ya lo expresé la semana pasada cuando APLA avisó de la realización de la asamblea.

Se entiende y resulta lógica la posición que tienen, es su deber defender a los pilotos argentinos, y no se puede estar totalmente en contra de su posición. Más aún cuando las paritarias están en el aire. Pero, ¿qué quieren finalmente? ¿Qué en Argentina todo siga igual? Los argentinos, y en especial los del interior,  ya no podemos esperar más para tener un mercado aerocomercial desarrollado. Lo que se hizo en los últimos 70 años, década del 90 incluida, sólo nos llevó a tener un ratio de pasajeros/habitantes minúsculo en comparación con otros países, incluso latinoamericanos. A un interior desconectado, eternamente dependiente de Buenos Aires para volar a donde sea.

Aerolíneas Argentinas estuvo haciendo un gran esfuerzo en los últimos años para revertir esto, tanto en la gestión anterior como en esta, pero ya no es suficiente. Se necesitan nuevos jugadores, lo cual tampoco significa que debamos regalarnos. Gobierno y gremios deben poder encontrar un punto medio que termine beneficiando en el largo plazo a la razón de ser de todo el sistema aerocomercial: el pasajero (¡y la carga!).

Porque no nos olvidemos, la aviación comercial no existe por hobby, para satisfacer la pasión de todos los que de una u otra manera estamos involucrados en ella. La aviación comercial existe para trasladar a un pasajero (¡y la carga!) del punto A al punto B de la manera más rápida y segura, combinando también eficiencia económica (¡y ambiental!), para que cada vez sean más los pasajeros que puedan volar.

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