El pasado 24 de octubre dejó de operar Alas Uruguay, la compañía «cooperativa» formada por ex empleados de la desaparecida PLUNA que tuvo el apoyo financiero del gobierno uruguayo mediante el FONDES, fondo constituido por ganancias del Banco Central de ese país destinado a apoyar a empresas autogestionadas por sus trabajadores (ver Alas Uruguay suspendió sus operaciones).
Desde el inicio de sus operaciones regulares en enero de este año, la compañía sólo llegó a consolidar unos 3 vuelos semanales a Asunción (Paraguay), suspendidos el 30 de septiembre, y 11 vuelos semanales al Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires, última ruta en ser operada, como se mencionó en el párrafo anterior, hasta el lunes pasado.
En este marco de decadencia de Alas Uruguay, el 5 de octubre Amaszonas Uruguay empezó a operar 12 vuelos semanales entre Montevideo y Buenos Aires (y desde diciembre arrancará con 14 vuelos semanales entre Punta del Este y Buenos Aires) y, según informó el viernes el diario El Observador de Montevideo, esta semana la filial del grupo boliviano Amaszonas solicitará formalmente a la Dinacia (Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica) hacerse cargo de las frecuencias dejadas por Alas (14 vuelos semanales entre ambas capitales), lo cual, como se menciona hoy en Portal de América, podría acelerar el desarrollo del plan de negocios de Amaszonas Uruguay, que también podría terminar haciéndose cargo de otras rutas que habían sido asignadas a la temporalmente fallida compañía (por cuanto Alas Uruguay tiene 60 días para poder retomar sus vuelos regulares sin ver afectados sus derechos de operador).
La ruta entre Buenos Aires y Montevideo es servida actualmente, además de Amaszonas Uruguay (12 vuelos semanales en Aeroparque) , por Aerolíneas Argentinas (31 vuelos semanales en Aeroparque y 7 en Ezeiza) y Air France (5 vuelos semanales en Ezeiza).