A partir del próximo 20 de diciembre Turkish Airlines empezará a operar vuelos regulares hacia Caracas y La Habana.
Partiendo desde el aeropuerto Ataturk de Estambul, el vuelo será triangular, uniendo las tres capitales con una frecuencia de tres operaciones semanales, los martes, jueves y domingo, en aeronaves Airbus A330-200, con tarifas desde 699 dólares hacia cada destino.
Con Caracas y La Habana serán 6 los destinos servidos por Turkish Airlines en América Latina tras su desembarco en Buenos Aires y San Pablo en 2012 y Bogotá y Panamá en 2016. Se espera que la aerolínea llegue a Ciudad de México en 2017.
Además la compañía opera en otros 10 aeropuertos norteamericanos: Miami, Atlanta, Chicago, Montreal, Toronto, Los Ángeles, Boston, Washington, San Francisco y Nueva York.
A nivel global la red de Turkish Airlines llega a 292 destinos (49 domésticos y 243 internacionales) en 117 países, operada con una flota de 334 aeronaves.
Turkish no se encuentra atravesando su mejor momento financiero. Al tercer trimestre de 2016 lleva acumuladas USD 466 millones de pérdidas, cuando en el mismo período del año pasado había reportado ganancias por USD 867 millones, lo cual se atribuye a la inestabilidad política y económica que reina en Europa y el Medio Oriente tras la serie de atentados terroristas conducidos por miembros del ejército islámico.
Además de planear la reducción de frecuencias y destinos, Turkish se ha ajustado al panorama incierto posponiendo algunas entregas de nuevas aeronaves. De 34 aeronaves de pasillo único que tenía previsto recibir en 2018 se ha reducido la cantidad a 10 aeronaves; en 2019 se redujo de 40 a 35 y para 2020 de 52 a 42.
La ruta que une a Estambul con San Pablo y Buenos Aires también se vio afectada por el ajuste: de 7 vuelos semanales se pasó a 5 desde este mes, con el retorno de los vuelos diarios recién planeado para mayo de 2017.