United, Munoz y el Juego de la Silla (Del Directorio)

Mientras el escándalo del vuelo 3411 se aquieta, las consecuencias más significativas del mismo recién comienzan a manifestarse. La chance perdida de Munoz de llegar al Directorio de United Continental Holdings.

En la presentación de los resultados del primer trimestre de 2017, Oscar Munoz (CEO de United Airlines) continuó ajustando el tono de las disculpas. Con la revisión oficial del incidente por parte de la compañía (lo tratamos en este artículo)ya concluida, y el pasajero ya debidamente satisfecho (llegó a un acuerdo extrajudicial por una suma no divulgada) se supo que la novela sobre los lugares en el Directorio del Holding tiene un nuevo y -predecible- capítulo.

House of Chairs

El Directorio de United Continental Holdings es una estructura compleja y de muchísima política interna. Con 14 Directores Internos y 11 Directores independientes que representan a los accionistas minoritarios, la lucha por ocupar las sillas es feroz.

En 2015 dos de los accionistas minoritarios de United Continental, PAR Capital Management y Altimeter Capital Management decidieron iniciar una fuerte movida de presión para generar cambios en el Directorio. Dueños de un 7% (en conjunto) de las acciones, se veían pobremente representados y veían al Directorio como » no calificado, ineficiente, complaciente y retrógrado».

La idea detrás de tan amistoso comunicado era lograr las condiciones para meter seis directores. El Directorio comenzó a negociar, y terminó llegando a un acuerdo bastante amargo. En el medio, nombraron tres directores más cercanos a la idea de PAR y Altimeter, sin aceptar los nombres propuestos por estas dos. Lo llamaron «un intento cínico de mantener el poder». Pero quedaba un round.

En Abril del año pasado, tres miembros del Directorio interno acordaban retirarse: Henry L. Meyer III, John H. Walker y Charles Yamarone. PAR y Altimeter presionaron y nombraron dos directores: Barney Harford y Edward Shapiro, reservándose el derecho de nombrar un tercer miembro.  El tercer lugar libre lo pasó a ocupar Robert Milton, ex Air Canada.

Robert Milton, ex Air Canada, Chairman of the Board de United.

Hasta ahora, sólo un montón de nombres que no hacen a la cosa, verdad? No tanto. La cuestión es que, de acuerdo a la política interna de United, su CEO Oscar Muñoz debía ocupar un lugar en el directorio en 2017. Como parte de toda esta negociación, se acordó que no lo hiciera este año, y sí sucediera en 2018.

Pero, tras el incidente del pasajero arrastrado afuera del avión, el clima que rodea a Oscar no es el mejor.

Gracias, vuelva pronto

No es la oficina más cómoda, pero es la que hay, Oscarcito.

En la misma rueda de prensa donde Munoz se disculpó por tercera vez (descontando el primer comunicado donde casi decía que la culpa era del pasajero) y se anunciaron los resultados del primer trimestre, casi en voz baja se anunció que el CEO y el Directorio habían llegado a un acuerdo «dejando las futuras determinaciones con relación a la posición de Presidente de la Junta a criterio de la misma». Es decir, se pospone indefinidamente la incorporación de Munoz al Directorio.

En el comunicado que la empresa le acercó a la SEC (Securities Exchange Commision, el organismo de control de las empresas que cotizan en bolsa), la compañía cree que «separar los roles de CEO y miembro del directorio es la estructura más apropiada en este momento» y agrega «tener un presidente independiente en el directorio es una manera de asegurarnos que el Señor Munoz pueda concentrarse exclusivamente en su rol de CEO. También creemos que un presidente independiente puede manejar eficientemente la comunicación entre el directorio y el Chief Executive Officer.»

En el lenguaje cotidiano de la política interna de una gran compañía, no es muy difícil ver que le soltaron la mano, sobre todo teniendo en cuenta el momento en el que esto ocurre. Cuando los fuegos del escándalo todavía están tibios, uno esperaría que respaldaran al CEO al menos manteniendo un plan que recién tendría algún impacto en 2018. Sin embargo, la modificación del acuerdo le quita apoyo interno a un Jefe de Operaciones que dilapidó en el manejo de esta situación todo el capital político que había sabido acumular a partir de asumir en 2015, tras un escándalo de corrupción que supo manejar y pérdidas cuantiosas que pudo reducir. Hasta que llegó David Dao.

Tal vez la lección para Oscar Munoz es que los beneficios políticos de la buena administración duran muy poco, pero los coletazos de una mala movida son eternos. Y lo más probable, es que tenga que aprender esa lección en alguna otra compañía.

 

 

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