Sería refrescante que fuera una sorpresa. Que estuviéramos absortos ante la novedad, pero lamentablemente, no pasa. Hace un rato vi este tuit sobre el sector nuevo de Aeroparque.
#AEROPARQUE Colapsado Diluvio dentro de la terminal. Se cae a pedazos el maquillaje-@diego_domi @ANACargentina @EANAoficial @HANGARX @aviacionline @AeromarketAR @ControllersAep @aa2000oficial @_ATEGA_ @CATT_Prensa @rinzelli62 pic.twitter.com/X1MsJGyqq8
— Control Aereo (@TransitoAereoAr) 29 de abril de 2018
Lo importante, más allá del agua, es lo que implica: toda la infraestructura aeroportuaria tiene problemas. Hasta la parte recientemente construida del segundo aeropuerto más grande del país. Sólo hace falta una lluvia fuerte -concedamos, muy fuerte- para que se deje ver la precariedad de algunos componentes de una estructura que confunde crecimiento con hinchazón.
Celebro siempre la incorporación de nuevas líneas aéreas, la entrada de nuevos actores al mercado. Creo abiertamente que crean empleo Argentino directo e indirecto: Considero altamente positivo el camino de lo que se da en llamar la Revolución de los Aviones. Pero a la Revolución le hace falta una pata de infraestructura que no está acompañando. Y si falla la infraestructura, tener cien o quinientos aviones, tener doscientas o mil rutas otorgadas no hacen diferencia.
Hay que hacer obras, y se están haciendo. Pero me permito agregar, y a esta altura no debería hacer falta, que las obras deberían resistir las inclemencias del tiempo. La inversión en equipamiento e infraestructura debe ser concreta, y aportar soluciones. Deben crear condiciones de operación seguras, debe anticipar el crecimiento y estar a la altura del desafío.
Tomemos estas oportunidades para pensar en lo que implica la operación de la aviación en un espacio aéreo, y cuál es la responsabilidad de cada uno de los actores. No se puede barrer abajo de la alfombra que pasan estas cosas. Porque el error más grave que se puede cometer, es la negación. Podemos maravillarnos con las luces de colores de las nuevas frecuencias, las nuevas empresas, las nuevas opciones. Pero debemos -al menos, desde este espacio, la obligación es esa- preguntarnos si la totalidad de la industria aeronáutica local está en el mismo punto de avance. Hay suficientes frecuencias de operación? Hay suficientes equipos de control del espacio aéreo? Hay equipos de control de tierra?
La idea es duplicar el transporte aéreo? Excelente. Trabajemos todos para que esa duplicación sea coherente, segura y que lleve a la aviación Argentina al lugar que merece. Del modo que merece. Mientras la infraestructura corra de atrás en cosas tan simples como que no se llueva un techo, o tan complejas como una infraestructura de cobertura radar o un sistema SAR acorde, todos estos días en los que brota el agua entre el durlock de Aeroparque serán una muestra cabal de que estamos jugando con fuego.
Hola Pablo. La Argentina es el país de lo atamo con alambre, lo atamo.
Difícil que seamos Suiza…
En un rato x mail te paso unas fotos de PAlomar.
Abrazo
Para mí no es así. Por lo menos no escuché fallas operativas graves en los aeropuertos por la lluvia. Esto fue solo una falla de diseño. Es un papelón? Si, lo es. Pero por suerte estamos distantes de la época de LAPA por ejenplo. Para mi vamos bien, pero un tirón de orejas no vendría mal.
Por otro lado, hay antecedentes de problemas en aeropuertos así?
Remanente es una VERGUENZA. Hay que ser muy pero MUY precavido porque está “revolución de los aviones” si no se hace de manera ordenada y segura u accidente aéreo importante (ojalá no) tirara todo por la ventana, desde la revolución hasta al mismo presidente. Las consecuencias políticas pueden ser desvastadoras.