Una de las controversias «aeroportuarias» más largas y acaloradas de la historia europea, sino mundial, ha dado un paso clave este lunes cuando el Parlamento Británico aprobó por una abrumadora mayoría (415 a 119 votos) los planes de construcción de la tercera pista del aeropuerto de Londres/Heathrow y sus obras complementarias.
El proyecto, de proporciones monumentales tanto por las obras en sí como por el costo (alrededor de USD 19 mil millones), permitirá darle un respiro a los problemas de tráfico actuales (Heathrow opera al 98% de su capacidad, habiendo movido 78 millones de pasajeros y 475 mil aeronaves en 2017) y poder atender una demanda de hasta 130 millones de pasajeros y 740 mil vuelos al año, evitando así que el aeropuerto continúe perdiendo su posición como uno de los hubs internacionales más importantes del mundo.
Pero en el camino se ha encontrado con grandes opositores, tanto desde grupos de ecologistas que cuestionan el impacto ambiental que semejante obra tendrá sobre la ya delicada situación de la regi[on, como de quienes temen que la inversión sea finalmente llevada adelante con aportes estatales (algo negado por Heathrow Airport Holding, la compañia que explota el aeropuerto), pasando por quienes afirman que se destruirán poblados que llevan establecidos hace cientos de años.
Todo esto desde ya repercutió políticamente dado el poder electoral de los habitantes de las zonas que se verían afectadas por la expansión, a quienes incluso se les ofreció sobreprecios de hasta el 150% para adquirirles sus hogares, con presupuestos cercanos a los tres mil millones de libras para ello (además de una restricción de 6 horas y media a la operación de vuelos).
British Airways, la mayor operadora de Heathrow también ha manifestado inquietudes, sino oposición, a la construcción de la tercera pista, temerosa de que para hacer viable económicamente a la obra las tasas aeroportuarias se vayan por las nubes, en un lugar donde de por sí ya es caro operar (al margen de que también significa abrir la puerta a más competencia, entre ellas EasyJet).
De todas maneras pueden seguir encontrándose trabas, dado que es esperable que quienes se oponen al proyecto recurran a la justicia para detenerlo.
Desde Heathrow Airport Holding se encargaron rápidamente de destacar hoy que los beneficios de la expansión podrán empezar a notarse ya durante los próximos 12 meses, al firmarse contratos por 150 millones de libras que crearán más de 1000 puestos de trabajo.
Pero para el final de las obras habrá que esperar unos cuantos años más, dado que se estima las mismas se iniciarían en 2021 luego de atravesar el largo proceso de obtención del permiso de construcción…¿la fecha de inauguración? Si todo sale bien, en 2026.
«El histórico voto del Parlamento es la culminación de un riguroso proceso respaldado por evidencias, que incluyó a la Comisión de Aeropuertos independiente y al gobierno, que determinaron no sólo que expandir Heathrow dará los mayores beneficios al Reino Unido, sino que puede hacerlo de manera sustentable», destacaron desde la administración.
– Creación de 180.000 puestos de trabajo.
– 211 mil millones de libras de impacto económico hasta el año 2050.
– Hasta 40 nuevas rutas de larga distancia.
– 10.000 nuevas pasantías para el año 2030.
– Más rutas domésticas, poniendo como ejemplo a Easyjet, que lanzaría siete nuevos destinos desde Heathrow.
– Más espacio para más compañías aumentaría la competencia y reduciría las tarifas para los pasajeros.