La decisión el gobierno nacional de eliminar el piso tarifario en el cabotaje ha alzado voces tanto a favor (del lado de las aerolíneas) y en contra (del lado de los sindicatos).
Entre estos últimos, quienes han manifestado una posición más dura este jueves han sido los pilotos agrupados en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), emitiendo un comunicado en el cual se declaran en «Estado de Alerta en defensa de la fuente laboral de los Trabajadores Aeronáuticos y nuestras condiciones laborales».
APLA asegura que la desregulación tarifaria es otra promesa no cumplida por parte de Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación, que se suma a la de no recortar rutas internacionales de Aerolíneas Argentinas, exigir inversiones de LATAM en su filial argentina, requerir que las nuevas aerolíneas firmen convenios colectivos y hacer cumplir la reciprocidad en los acuerdos bilaterales con otros países.
Lo que dicen para justificar el reclamo sobre cada punto es:
- Aerolíneas Argentinas levantó la ruta a Barcelona (ahora realizada por la Low Cost Grupo IAG, Level), redujo la flota de fuselaje ancho y sigue sin definir su plan de rutas y flota de largo alcance;
- Mientras crecen exponencialmente sus ventas en el país y sus subsidiarias de otros países incrementan las operaciones en el país, el Grupo LATAM cerró bases, redujo vuelos, despidió trabajadores y sigue sin ningún plan de renovación de flota como parte del achicamiento sistemático de LAN Argentina;
- A seis meses de iniciar sus operaciones, Flybondi no solo no ha firmado ningún Convenio Colectivo de Trabajo sino que cortó el diálogo con todos los sindicatos aeronáuticos e intenta crear un gremio de conveniencia;
- A través de los Acuerdos Bilaterales, se han iniciado decenas de nuevos vuelos desde el interior del país hacía el exterior sin mediar reciprocidad alguna por parte de empresas nacionales;
También califican de «puesta en escena» a las audiencias públicas, mencionando que se otorgaron permisos a compañías que nunca se iban a poner en marcha, poniendo como ejemplo a la reciente adquisición de Alas del Sur por parte de JetSMART.
En relación a la desregulación tarifaria, APLA asegura que se trata de una maniobra para «beneficiar a las empresas de capitales extranjeros obedeciendo a sus requerimientos», y que «en combinación con la devaluación de nuestra moneda local, le permite a estas compañías llevar adelante una política de dumping y competencia desleal que irremediablemente terminará en la concentración del mercado».
En ese marco, la agrupación dice que la «Revolución de los Aviones» es un «eufemismo» para desregular toda la actividad, en desmedro de los operadores nacionales que no tienen la espalda financiera para soportar una guerra de tarifas, y que a su vez, combinado con una «falta de control del estado y falencias en infraestructura», esto puede desembocar solamente en que se deba asistir con subsidios a las aerolíneas o bien soportar la degradación de las condiciones laborales y de seguridad.
Las mentiras de APLA son vergonzosas. No hace falta estar muy informado para darse cuenta.