439 mil personas volaron por primera vez en Argentina durante 2018

Quienes hayan volado en Flybondi o Norwegian durante el año pasado habrán notado que en algunos vuelos, previo al descenso, los TCP piden por el alta voz que levanten la mano los pasajeros que estén viajando por primera vez en avión, haciendo un rápido recuento y pidiendo un aplauso para ellos. Es una situación muchas veces colorida, a veces algo incómoda, pero tiene el objetivo de, en primer lugar, poder llevar cierto control estadístico acerca de quiénes son «nuevos voladores», y por otro reforzar el mensaje de que la nueva política aerocomercial del gobierno está posibilitando que cada vez más gente viaje en avión.

De la proyección de esos seguimientos, además de cruces de bases de datos y estimaciones de cada compañía (que hay que tomar con pinzas), el Ministerio de Transporte informó que en 2018 la cantidad de personas que volaron por primera vez llegó a 439 mil; de ese total, 215 mil lo hicieron con Aerolíneas Argentinas, 130 mil con Flybondi, 90 mil con LATAM y 3,3 mil con Norwegian (arrancó a mediados de octubre).

Como pueden ver, las proporciones de «nuevos voladores» sobre el total de pasajeros domésticos transportados varían según cada compañía (en Aerolíneas llega al 2,3%, en Flybondi el 15%, en LATAM el 3,7% y en Norwegian el 3,1%), lo que marca el posicionamiento que a su vez han logrado.

Desde Transporte aseguran que esto es posible en gran parte debido a la oferta creada por los nuevos participantes que ingresaron al mercado en los últimos tres años (en 2015 existían cuatro aerolíneas, y ahora van a llegar a nueve considerando a JetSMART), que sumaron 48 nuevas rutas domésticas (de 90 a 138, de las cuales 46 no pasan por Buenos Aires), de acuerdo a información publicada en el Anuario Estadístico de la Administración Nacional de Aviación Civil (cuya información iremos desglosando en los próximos días).

En el plano internacional, de 92 conexiones internacionales en 2015 se pasó a 150 en 2018, de las cuales 54 parten desde el interior. 

La flota comercial LV pasó en el mismo período de 104 aeronaves a 116 a fines de 2018.

Todo esto, sumado a la liberación del piso tarifario y el efecto que esto tuvo sobre el precio promedio del pasaje (la mitad que hace tres años).

Con las low cost ya instaladas en Argentina (representaron el 17% del tráfico doméstico en febrero), y las compañías tradicionales bajando al terreno de las tarifas bajas, no hay muchas perspectivas de que, al menos en pasajeros transportados, el cabotaje se vea resentido por la recesión económica (aunque ya pueden verse algunos ajustes de oferta). Pero el gran desafío es lograr hacer rentable a la operación. Si bien ninguna compañía aérea (o empresa en general) espera tener retornos en tan poco tiempo, habrá que convencer a los inversores (o contribuyentes) de que al final la espera valdrá la pena.

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