Más del 30% de la plantilla laboral de United Airlines está en riesgo de ser suspendida una vez que el próximo 1 de octubre llegue a su fin el apoyo al pago de salarios establecido por el gobierno estadounidense bajo la CARES Act (Coronavirus Aid, Relief, and Economic Security).
A través de un comunicado interno enviado a sus trabajadores, la aerolínea expresó que este miércoles serán notificados oficialmente unos 36 mil empleados acerca de la posibilidad de que se ejecuten suspensiones, cumpliendo así el preaviso de 60 días exigido por la ley de ese país, aunque destacan que esto no necesariamente significa que todos serán suspendidos.
Entre los sectores que sufrirán más recortes se encuentra el de los Tripulantes de Cabina de Pasajeros, con 15.100 posibles suspensiones, pero también se contempla suspender 2.250 pilotos y 11.082 trabajadores de operaciones aeroportuarias, entre otros. United tiene alrededor de 96 mil empleados.
Al inicio de la crisis desatada por la pandemia United ya había logrado que unos 20 mil empleados se adhieran al programa de licencias sin goce de haberes, que junto a otras medidas extremas como la reducción de inversiones en capital por USD 2,5 mil millones y el cese de múltiples contratos con proveedores le dieron aire a la compañía durante estos meses; a esto se sumaron los más de USD 20 mil millones en liquidez obtenida a través de acuerdos con bancos, y el apoyo del gobierno de Estados Unidos.
Así y todo hoy la aerolínea pierde unos USD 40 millones diarios y tiene su capacidad reducida al 25 %. Aunque en agosto esa cifra subiría al 35%, desde United aseguraron que con el resurgimiento de casos de Coronavirus en Estados Unidos, la recuperación de la demanda llevará mucho más tiempo y no volverá a la normalidad hasta que se encuentre un tratamiento efectivo o una vacuna contra la enfermedad.
De acuerdo a medios de ese país, los ejecutivos de United estiman que el Congreso estadounidense no extenderá las medidas de apoyo al sector más allá de octubre, y por eso deben prepararse para enfrentar lo peor y salvar a la compañía.