En nueva Zelanda está a la venta una torre de control

Andrés Lavallén

¿Qué harías si fueras un amante de la aviación y tuvieras la posibilidad de comprar una torre de control?  

Esta posibilidad es un hecho en Nueva Zelanda ya que una parte de la historia de la aviación de ese país podría ser adquirido por cualquier persona que reúna el dinero y las ganas. 

En Wellington, la capital de Nueva Zelanda, se vende una histórica torre de control de tráfico aéreo junto al aeropuerto internacional, la misma se encuentra ubicada en un terreno elevado con vista a la ciudad y el puerto en una zona residencial. Fue construida en el año 1959 y prestó servicios durante 60 años. 

Torre de control de tráfico aéreo de Wellington NZ
Foto Google

Quien sea el próximo propietario de la torre de control tendrá que realizar unas modificaciones antes de pensar en hacer cualquier cosa con ella. El lugar se encuentra lleno de asbesto, dice la publicación, y también requiere una protección contra terremotos antes de poder ser habitada. 

La torre «cuenta con muchas de sus características de diseño originales de 1957, incluido un plano de planta estrecho, acceso estrecho solo por escaleras a los cuatro niveles, falta de luz natural en muchas áreas, un baño y una cocina», cita el anuncio de venta. 

Ubicación de la torre de control.

La firma de bienes raíces ofrece el terreno junto con la torre de control por $ 363.000 dólares, con la posibilidad de demoler la construcción para otro proyecto diferente. Sin embargo, eso podría entristecer a algunos lugareños, quienes apodaron a la vieja torre «Arnold» según publica el sitio Business Insider. 

«Nos ha servido durante 60 años, por lo que tendremos sentimientos encontrados al verla ir», dijo el director financiero de Airways, James Young. 

«Si bien sabemos que es más probable que la propiedad sea comprada por un desarrollador y autorizada para construir nuevas viviendas, es lindo imaginar que la vieja torre reciba una nueva vida a través de un gran diseño creativo».

Vista de la torre en la zona residencial 

El tiempo nos mostrará que sucederá finalmente con esta parte de la historia de la aviación neozelandesa, quizás algún amante de la aviación la compre, la acondicione y abra un bar o restaurante exclusivo para spotters y amantes de la aviación, ¡no estaría nada mal!.  

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