La aerolínea perteneciente al Grupo Itapemirim realizó su vuelo inaugural el 29 de junio de 2021, convirtiéndose así en una nueva opción en el mercado aerocomercial más grande de Sudamérica. Según nuestro medio asociado en Brasil, Aeroin, durante el primer mes de operaciones, los vuelos de ITA tuvieron un promedio de ocupación del 62% y una puntualidad del 77%. Desde la compañía ven con optimismo el futuro a partir de la incorporación de más aeronaves a la flota, el lanzamiento de nuevas rutas y el aumento de la vacunación en la población.
Pero más allá de los números razonables y las proyecciones positivas que puedan tener desde la empresa para su posicionamiento en el mercado doméstico brasileño, ITA está envuelta en un halo de desconfianza generado a partir del proceso judicial de reorganización en el que está el Grupo Itapemirim desde 2016.
Al mismo tiempo que comenzaba la gestión del nuevo dueño, el empresario Sidnei Piva de Jesus, el grupo inició un proceso judicial para evitar la quiebra y responder financieramente ante sus acreedores, dado que con la venta de parte de sus activos podría hacer frente a las deudas. Pero las alarmas se encendieron en 2019 cuando el proyecto de Itapemirim Transportes Aéreos vió la luz a partir de la obtención de la certificación de la Agência Nacional de Aviação Civil (ANAC) para operar.
La red de ITA ya alcanza a São Paulo (Guarulhos), Rio de Janeiro (Galeão), Belo Horizonte, Brasília, Curitiba, Florianópolis, Fortaleza, Maceió, Natal, Porto Alegre, Porto Seguro, Recife y Salvador.
Una de las condiciones del proceso judicial de reorganización en el que está involucrado el grupo prevé que se destine el 80% de los ingresos por subastas a saldar las deudas con los acreedores. Sin embargo, algunos demandantes denuncian que esto no se estaría cumpliendo, más aún con el nuevo proyecto de formar una línea aérea con objetivos ambiciosos y, por ende, una gran inversión. De hecho, en los últimos meses hubo cierta controversia por el desvío de 29 millones de reales a ITA (unos USD 5,5 millones), que habían sido obtenidos por la venta de activos. Finalmente la justicia habría autorizado la transacción.
Entre el 18 de agosto y el 1 de septiembre estará abierta una nueva subasta de activos del grupo, en esta ocasión de autobuses, que seguirán generando ingresos para afrontar las deudas pendientes y/o inyectar dinero en otras unidades de negocios como ITA.
Por si fuera poco, a los problemas financieros que enfrenta el conglomerado se adiciona el poco feliz protagonismo del nuevo dueño del grupo en este complejo escenario. Sidnei Piva de Jesus ha sido acusado por la familia Cola, fundadora del grupo, por la supuesta existencia de varios CPF (Registro de Persona Física, por su sigla en portugués) asociados a su nombre. De hecho, actualmente hay una investigación en curso por este tema.
Pareciera que, por el momento, el crecimiento de ITA en Brasil está supeditado a la venta de activos del Grupo Itapemirim. Si así lo fuera, dada la complejidad de su situación por estar en medio de un proceso judicial de reorganización, podría enfrentarse a grandes obstáculos para expandirse. Sin embargo, desde la compañía aseguraron a Aeroin estar al día con el pago a sus acreedores, lo que podría otorgarle cierta libertad para disponer de los fondos que genere el grupo.