Así se ve el interior de un Boeing 787 VIP gubernamental que busca comprador

Durante Gianfranco

El Boeing 787 VIP del gobierno mexicano que el presidente López Obrador se niega a utilizar, fue puesto a la venta por el broker Global Jet.

En el catálogo de la empresa compradora y vendedora de aeronaves, también se encuentra el Boeing 767-300ER conocido como «El Bandido», que perteneció al multimillonario Roman Abramovich.

 

El presidente Andrés Manuel López Obrador explicó antes de asumir, que la compra de la aeronave fue un mal negocio para el pueblo mexicano, ya que según él, se gastaron millones de dólares que podrían haber sido mejor utilizados en beneficio de la sociedad. Lo cierto, es que la unidad lleva años en venta y durante todo ese tiempo no pudo encontrar un comprador.

De acuerdo a lo reportado por nuestro medio asociado Aeroin, en el anuncio publicado por Global Jet, se dan a conocer algunas imágenes de las características de la aeronave mexicana que dejan en evidencia lo cómodo que es viajar en ella.

 

La publicación no revela el precio de la aeronave, pero según los medios periodísticos mexicanos, el mismo sería de unos 200 millones de dólares. A día de hoy, el gobierno recibió varias ofertas por debajo de ese monto y las rechazó inmediatamente.

A diferencia del Boeing 767 de Abramovich, que era propiedad de un empresario multimillonario, el avión mexicano tiene un atractivo diferente. Al pertenecer al gobierno, no cuenta con habitaciones para invitados, sino con sólo una suite para destinada al jefe de Estado y asientos de clase ejecutiva para el séquito.

En total, la aeronave es capaz de albergar hasta 80 pasajeros. Una dato curioso es que el despacho del presidente cuenta con una cinta de correr para que el primer mandatario pueda mantenerse en forma durante sus viajes.

La ventaja para el comprador es que la unidad tiene muy pocos ciclos. En total, sólo cuenta con 881 aterrizajes y despegues y 1.741 horas de vuelo, esto porque estuvo inactiva durante varios años. Se trata de un avión relativamente nuevo, fabricado en 2010, con el apoyo técnico de Boeing que se encuentra en Estados Unidos, país vecino a México.

El inconveniente es que su configuración está orientada a vuelos presidenciales, por lo que habría que realizarle muchas modificaciones en la disposición si el comprador lo quiere utilizar para otro fin. Una de las razones por la que la unidad tiene pocos interesados, es que todos estos cambios significarían una importante inversión de dinero.

Otro detalle que encarece a la aeronave es el hecho de que esté equipada con instrumentos de comunicación dedicados al servicio de un jefe de Estado. Además, los pasajeros tienen a su disposición un sistema de entretenimiento a bordo por satélite y conexión inalámbrica a Internet por medio de Wi-Fi.

 

 

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