Binter, la aerolínea española con sede en las Islas Canarias, y la compañía energética y química Cepsa anunciaron un compromiso conjunto para impulsar la reducción de las emisiones de CO2 en las operaciones aéreas.
El acuerdo implica el desarrollo y la producción de combustibles de aviación sostenible -SAF, por su sigla en inglés- a partir de materia prima reciclada como aceite de cocina usado o grasas animales. El SAF puede emitir hasta un 80% menos de dióxido de carbono en relación a los combustibles fósiles convencionales.
“A través de esta alianza también se desarrollarán otras alternativas energéticas, como el hidrógeno renovable y la electrificación, para las flotas terrestres de la aerolínea (vehículos para el suministro, las operaciones de carga y descarga de equipajes, asistencia a los aviones, etc)”, asegura un comunicado emitido por Binter.
El presidente de Binter, Rodolfo Núñez, aseguró que “con esta alianza, damos un paso muy importante en el objetivo de Binter de prestar el servicio de transporte aéreo de la forma más sostenible posible, para lo que es esencial impulsar el consumo de nuevos combustibles con bajo impacto medioambiental, que pronto podremos empezar a aplicar a nuestros vuelos, gracias al trabajo conjunto con Cepsa”.
Cepsa es una de las principales empresas proveedoras de combustible de aviación en España y, particularmente, en las Islas Canarias. Asimismo, la compañía cuenta con experiencia en producción de SAF en sus centros industriales, lo que la posiciona como un importante socio de Binter en esta iniciativa.
Pierre-Yves Sachet, director de Mobility y New Commerce de Cepsa, destacó que “en Cepsa trabajamos para proporcionar soluciones innovadoras que fomenten la movilidad sostenible. Este acuerdo es un buen ejemplo, con el que contribuimos además a la competitividad del sector turístico en España, siendo Canarias su principal referente”.
El acuerdo entre las compañías está alineado con el paquete de medidas Fit for 55 de la Comisión Europea, que incluye la inciativa ‘RefuelEU Aviation’, que impulsa la oferta y demanda de SAF para la aviación en los países que integran la Unión Europea, para alcanzar un uso de, al menos, el 2% en 2025, el 5% en 2030 y el 63% en 2050.
Hasta el momento sólo está certificada la utilización del 50% de SAF en vuelos comerciales, pero muchos actores de la aviación a nivel mundial están trabajando fuertemente para lograr, a corto plazo, la autorización para operar con la totalidad de combustible de aviación sostenible.