Tras la demanda de la FTC, Lockheed anula la compra de Aerojet Rocketdyne

Ismael Awad-Risk

Lockheed Martin anunció hace instantes que ha dejado sin efecto las tratativas que tenía en curso con el fin de adquirir a Aerojet Rocketdyne.

La decisión de rescindir el acuerdo se produce tras la demanda presentada por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos a finales del mes pasado (enlace en inglés), en la que se solicitó una medida cautelar con el fin de bloquear la adquisición hasta que se decida en un proceso administrativo (que estaba previsto que comenzara el 16 de junio) el fondo de la cuestión. Entre los fundamentos de la presentación de la FTC se cita el hecho de que Aerojet es el último proveedor independiente de insumos clave para los misiles estadounidenses.

Holly Vedova, directora de la oficina de competencia de la FTC, señaló en aquel momento que «Lockheed es uno de los pocos intermediarios en la industria armamentista encargados de suministrar las armas que mantienen la seguridad de nuestro país, y Aerojet es el único proveedor independiente que queda en el mercado. Si se consuma este acuerdo, Lockheed tendría la capacidad efectiva de cortar la provisión de elementos clave a otros contratistas de defensa. Sin esta competencia Lockheed podría aumentar el precio que cobra al gobierno y ofrecer, en contraparte, menos calidad y menos innovación».

El presidente de Lockheed Martin, James Taiclet, respondió a esto: «nuestro proyecto de adquisición de Aerojet habría beneficiado a toda la industria gracias a una mayor eficiencia y rapidez gracias a la integración vertical, junto a una importante reducción de costos. No obstante esto, hemos determinado que, a la luz de las acciones de la FTC, la rescisión del acuerdo es lo mejor para todas las partes interesadas».

¿Contra las cuerdas?

Antes de la presentación de la FTC, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos («DoD») había revisado el negocio. Luego de esto, y considerando los impactos potenciales de la transacción sobre la seguridad nacional, dicha evaluación se proporcionó a la FTC para colaborar en la toma de decisión. Es aparente que el análisis del Departamento resultó contrario a las pretensiones de Lockheed.

Tener una agencia en contra es complicado. Sumarle a esto el dictamen de un Departamento del nivel del DoD, que maneja uno de los presupuestos más abultados del gobierno federal, es prácticamente garantía de que se bloquee la adquisición. Por esto, la decisión de Lockheed parece ser acertada: evita un largo trámite judicial del que la resolución es -cuanto menos- casi evidente.

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