El programa QUICKSINK, realizado en colaboración entre la Fuerza Aérea y la Armada de los Estados Unidos, busca adaptar armas existentes para neutralizar amenazas de superficie a bajo costo.
El Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL) es la encargada de este desarrollo, mientras que el director de operaciones es el Mando Indo-Pacífico de los Estados Unidos, con lo cual, queda claro que amenaza tienen en mente para este programa de armas.
«QUICKSINK es único en el sentido de que puede proporcionar nuevas capacidades a los sistemas de armas existentes y futuros del Departamento de Defensa, dando a los comandantes de combate y a nuestros líderes nacionales nuevas formas de defenderse contra las amenazas marítimas», dijo Kirk Herzog, director del programa de la AFRL.
Programa QUICKSINK
El programa se basa en integrar un nuevo sistema de guía terminal en una bomba guiada de la familia JDAM, para obtener un medio de ataque a superficie de forma rápida y relativamente barata.
Mientras que los torpedos lanzados desde submarinos continúan siendo los principales y más efectivos medios para hundir barcos enemigos, los nuevos métodos explorados a través del programa QUICKSINK buscan lograr una letalidad anti-buque similar, con armas lanzadas desde el aire, incluyendo bombas de precisión JDAM 2.000 libras modificadas.
Se puede ver como la bomba atraviesa el buque y explota debajo de su quilla, partiéndolo al medio, de la misma forma que lo haría un torpedo moderno.
«Los torpedos pesados son eficaces [para hundir grandes buques], pero son caros y los emplea una pequeña parte de los activos navales», dijo el mayor Andrew Swanson, jefe de Programas Avanzados de la 85ª división TES. «Con QUICKSINK, hemos demostrado una solución de bajo coste y más ágil que tiene el potencial de ser empleada por la mayoría de los aviones de combate de la Fuerza Aérea, proporcionando a los comandantes de combate y a los combatientes más opciones».
«Un submarino de la Armada tiene la capacidad de lanzar y destruir un buque con un solo torpedo en cualquier momento, pero QUICKSINK pretende desarrollar un método de bajo coste para lograr letalidades (kills) similares a las de los torpedos, desde el aire, a un ritmo mucho mayor y en un área mucho más amplia», dijo Herzog.
El sistema de guía WOSA
Según informa el comunicado de prensa de AFRL, sus técnicos e ingenieros están desarrollando un sistema de guía de armas de arquitectura abierta o WOSA (Weapon Open Systems Architecture), para permitir aumentar significativamente la precisión de municiones como las bombas JDAM.
El buscador WOSA permite incluir la tecnología de guiado terminal en una variedad de sistemas de armas actuales y futuras, habilitándolas para atacar objetivos marítimos estáticos y en movimiento.
La implementación de WOSA también reduce los costes al proporcionar modularidad a través de la capacidad de conectar y usar los componentes del buscador de diferentes fabricantes, lo que puede conducir a la reducción de los costes del sistema de armas y a la mejora del rendimiento.
¡Vuelven las bombas!
Si este programa se desarrolla e implementa con éxitos, cualquier avión que pueda portar bombas JDAM de 1.000 o 2.000 libras adquiriría la capacidad de atacar objetivos navales, sin tener que depender de los caros misiles anti-buque.
Además, en espacios de gran trafico naval (como las rutas comerciales del Indo-Pacífico), puede resultar difícil para un misil discriminar el objetivo correcto entre tantos otros buques civiles, lo cual no sería el caso para un avión que sobrevuela la zona y puede identificar el blanco visualmente.
Finalmente, significaría el regreso del uso de bombas a la guerra aeronaval, algo que no se veía desde la Guerra de Malvinas. Aunque tal vez la reciente acción anti-buque realizada por los Bayraktar TB2 de la armada de Ucrania, nos lo esté anticipando de alguna forma.