El vuelo 804 de Egyptair fue derribado por un cigarrillo

Ismael Awad-Risk

El Airbus A320 que cubría el vuelo 804 de EgyptAir el 19 de mayo de 2016 desapareció de las pantallas de radar sobre el Mediterráneo. Habían transcurrido alrededor de dos horas y media desde el despegue. El avión había partido del aeropuerto Charles de Gaulle de París. Nunca llegó a su destino, el Aeropuerto Internacional de El Cairo.

Los restos de la aeronave, que transportaba 66 personas, fueron ubicados un mes después, a una profundidad de casi cuatro mil metros. Allí también se recuperaron las registradoras de voz y datos de vuelo, conocidas popularmente como cajas negras.

Según información confidencial conseguida por Corriere della Sera, todo parece indicar que el accidente se produjo por la fuga de oxígeno de la máscara del copiloto.

Cabe resaltar que las autoridades egipcias nunca publicaron informe de ningún tipo, ni preliminar ni final, sobre la investigación del accidente. El anexo 13 de las normas de OACI coloca en cabeza del país donde el operador se encuentra registrado la responsabilidad de investigar y publicar las conclusiones sobre los accidentes en los que sus aeronaves se vean involucradas.

Ruta y duración

El vuelo 804 cerró sus puertas a las 23:09 horas del 18 de mayo de 2016, y despegó del aeropuerto Charles de Gaulle de París a las 23:21 horas (UTC). A las 00.11 horas, el avión entró en el espacio aéreo italiano, sobrevoló la región del Véneto, bordeó los Balcanes y continuó con su proa hacia el sur.

A las 2.34 horas, luego de abandonar espacio aéreo griego, la aeronave desapareció del radar. Antes de esto, realizó dos giros no programados, primero a la izquierda y luego a la derecha. Jamás se declaró en emergencia.

Poco antes de caer, el avión envió siete despachos automáticos de ACARS en alrededor de dos segundos: estos señalaban problemas con los sensores antihielo, las ventanas de la cabina, humo en el baño delantero y en el compartimento de aviónica (ubicado debajo de la cabina).

Mantenimiento sospechoso

Un informe de la investigación francesa de 2019 afirmó que la aeronave no estaba en condiciones de operar. En al menos cuatro vuelos anteriores al accidente las tripulaciones «no informaron» los defectos del avión. En la víspera del vuelo, el sistema ECAM había emitido una veintena de alertas. Los pilotos resetearon los sistemas y borraron los mensajes en lugar de comunicarlos a mantenimiento.

Una máscara de oxígeno problemática

El 16 de mayo de 2016, tres días antes del fatídico vuelo, personal de mantenimiento de EgyptAir sustituyó la máscara de oxígeno del copiloto. No se conocen los motivos, ya que ni la aerolínea ni el país han cooperado con la investigación.

Lo que sí se sabe es lo siguiente: al guardar la nueva máscara, el encargado del reemplazo dejó el deslizador que gestiona el flujo de aire en «emergencia». El manual de mantenimiento de Airbus señala textualmente que «podría producirse una fuga de oxígeno» si el selector se encuentra en dicha posición.

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Al realizar los análisis sobre el audio de la cabina capturado por la grabadora de voz (CVR), los expertos franceses aislaron «ruidos crepitantes» procedentes del micrófono incorporado en la máscara de oxígeno del copiloto, que coinciden con una pérdida de oxígeno. La máscara se encontraba guardada en su compartimiento, a la derecha del primer oficial, y nunca fue usada durante el vuelo.

No es obligatorio pero si es una buena práctica

«Cuando entramos en la cabina, una de las tantas comprobaciones que realizamos es verificar el flujo de oxígeno de las máscaras», explica Daniele Veronelli, capitán de A320. «El flujo de aire se prueba pulsando un botón. Si uno realiza el primer vuelo del día de ese avión, esta comprobación es obligatoria», señala el piloto.

«En cambio, si relevan a otra tripulación, no es necesario. Aún así, siempre es mejor llevarla a cabo ya que solo insume unos pocos segundos», agregó Veronelli. El vuelo era el quinto de la aeronave ese día: primero voló desde el aeropuerto internacional de Asmara hasta El Cairo. Desde allí voló ida y vuelta hacia el aeropuerto internacional de Túnez. El último vuelo antes del accidente fue el 803, que unió El Cairo y París.

Sobre el funcionamiento del sistema de oxígeno en el A320, el piloto explica: «si el selector está en la posición de emergencia libera aire a mayor presión con el fin de expulsar el humo» que podría entrar a la máscara en caso de incendio.

Cansados y fumando a 37.000 pies

Lo único que se requirió para que el oxígeno que salía de la máscara se encienda fue que uno de los tripulantes -no se sabe cuál- encendiera un cigarrillo. EgyptAir aún no había prohibido fumar durante el vuelo al momento del accidente, y los pilotos de la aerolínea solían realizar mucho esta práctica: dos meses antes del vuelo final, se habían sustituido los ceniceros de la cabina del avión por «exceso de uso». El cigarrillo que marcó el fin para el vuelo 804 fue el enésimo consumido por la tripulación durante las casi tres horas que estuvo al mando del avión.

En el documento al que Corriere tuvo acceso también se oye que el comandante y el primer oficial muestran signos de fatiga. Mientras el avión se encontraba sobrevolando Grecia, se oyen bostezos, y los tripulantes expresan que se sienten cansados.

Los documentos analizados por la investigación francesa, sin embargo, «indican que se respetaron los tiempos de descanso de la tripulación».

Postura egipcia

El gobierno egipcio no ha dado el brazo a torcer y mantiene su postura desde 2016: el vuelo 804 de EgyptAir fue derribado por un atentado terrorista. El 24 de mayo, apenas días después del accidente, un forense del equipo de investigación egipcio dijo que todo parecía indicar una explosión a bordo. Esta postura fue reforzada por el hallazgo de «rastros de TNT» en los restos del avión que fueron recuperados.

Este planteo ha sido descartado de plano por los investigadores extranjeros. Según el análisis del patrón de esparcimiento de los restos, el avión habría impactado contra el agua en una sola pieza, lo que no coincide con la mecánica de un atentado terrorista.

Además, los investigadores franceses expresaron dudas sobre los restos de explosivos encontrados. En el reporte se señala que no lograron replicar dicho hallazgo en sus investigaciones, por lo que creen se trató de algún tipo de contaminación en las muestras obtenidas por los egipcios.

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