Airbus lidera la carrera contra Boeing, su máximo competidor, para recibir la posible orden de hasta treinta aeronaves de fuselaje ancho por parte de Malaysia Airlines. Actualmente, la compañía aérea opera los modelos A330-200, A330-300 y A350 de Airbus en sus rutas de largo alcance.
La disputa entre los dos mayores fabricantes de aeronaves del mundo se repite en otros mercados. A principios de mes se conoció que cuatro aerolíneas chinas concretaron pedidos por 292 aviones de la familia A320neo de Airbus. La competencia se replica en India, otro mercado clave y con buenas perspectivas de crecimiento.
Actualmente, Malaysia Airlines estudia una renovación de su flota de largo alcance. En su análisis, privilegia los aviones más eficientes en términos de consumo de combustible y costes operativos. Según trascendió, estaría evaluando la posibilidad de adquirir hasta treinta Airbus A330neo o hasta treinta Boeing 787 Dreamliner.
Si bien no se conocen mayores precisiones, la decisión final podría anunciarse durante el próximo Salón Aeronáutico de Farnborough, que se desarrollará entre el 18 y el 22 de julio, de acuerdo con lo reportado por Bloomberg.
La orden por treinta Boeing 787 podría alcanzar los 10.000 millones de dólares, según el precio de lista de las unidades. De todas formas, los acuerdos por descuentos son habituales en este tipo de pedidos. El Airbus A330neo, por su parte, suele ser una opción más económica. Su desarrollo a partir de los modelos anteriores de la familia redujo los costes. No obstante, el fabricante ya no anuncia públicamente los precios de sus aeronaves.
A través de un comunicado, Airbus dijo que «siempre está en contacto con los clientes actuales y potenciales, y la naturaleza de cualquier discusión, ya sea en curso o no, sigue siendo confidencial en cualquier caso». Por otro lado, Boeing remarcó que no «comenta las discusiones con sus potenciales clientes».
La intención de Airbus es llevar rápidamente su ritmo de producción a 75 aviones por mes. Sin embargo, los problemas en las cadenas de suministro amenazan con demorar esas intenciones. El fabricante podría inaugurar nuevas líneas de producción en sus centros industriales, aunque la presión sobre sus proveedores podría generar complicaciones adicionales.