Cediendo a la presión internacional, el Banco Central de Nigeria liberó 265 millones de dólares a compañías aéreas extranjeras para saldar las ventas de billetes pendientes, según confirmó la entidad a través de una resolución emitida el último viernes.
Muchos operadores con actividad en la nación africana habían expresado previamente su preocupación por tener grandes sumas retenidas allí, debido a la imposibilidad de acceder a fondos de repatriación de divisas. Se trata de una situación relativamente común en algunos países africanos y latinoamericanos, que se produce cuando algunos de los fondos procedentes de las ventas son bloqueados por las administraciones locales con el argumento de que se liberarán cuando las condiciones económicas locales mejoren.
Nigeria, el país más poblado del continente y un mercado emergente, obtiene el 90% de sus divisas a partir de la explotación de petróleo, su principal recurso natural. En el último tiempo debió lidiar con el extendido robo de oleoductos, una circunstancia que redujo las exportaciones en casi medio millón de barriles diarios.
En ese contexto, la administración nacional restringió la salida de divisas. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Nigeria impidió a las compañías aéreas extranjeras repatriar unos 464 millones de dólares en ingresos en julio.
El vicepresidente del organismo para África y Medio Oriente, Kamil Alawadhi, había comentado en la reunión anual de la organización que resolver el problema era «una prioridad clave».
La semana pasada, el ministro de Información y Cultura de Nigeria, Lai Mohammed, había comentado que el gobierno estaba buscando la mejor solución al problema de los fondos atrapados durante una visita a la nueva terminal del Aeropuerto Internacional Murtala Muhammed, en Lagos. «Puedo decirles que las autoridades pertinentes están trabajando arduamente en ese tema», aseguró.
La respuesta de las aerolíneas
Las compañías respondieron con subas de precios generalizadas, que ocasionaron que los usuarios nigerianos vieran sus costes considerablemente encarecidos.
La situación se agravó cuando Emirates confirmó la suspensión de sus operaciones en el país. La empresa informó a sus clientes que, a pesar de haber intentado por todos los medios hacer frente a los problemas de repatriación de fondos desde e intentar iniciar el diálogo con las autoridades involucradas, no había logrado ningún progreso.
Por su parte, medios locales habían reportado que British Airways, que fue la primera aerolínea extranjera en operar en el país y que mantiene servicios ininterrumpidos entre el Reino Unido y Nigeria -una ex colonia británica- desde hace 85 años, había comunicado a agencias de viaje que suspendería la venta de billetes. Sin embargo, desde la compañía aclararon que sostendrían sus servicios a pesar de que su negocio se estaba viendo afectado.
A partir de la liberación de fondos, el Banco Central de Nigeria aún mantiene en sus arcas unos 199 millones de dólares pertenecientes a compañías aéreas extranjeras. Al respecto, Kamil Alawadhi aseguró que continuarán trabajando con el gobierno para «agilizar la liberación de la cantidad restante, de modo que las aerolíneas puedan seguir proporcionando la conectividad que necesita Nigeria, sin perturbar ni perjudicar su economía y sus puestos de trabajo».