Puñalada al poder aéreo ruso en Crimea: atacan la base aérea de Saky

Gastón Dubois

Saky Crimea

La base aérea rusa de Saky, en Crimea y a 200kms del frente de combate más cercano, fue atacada con misiles (¿o sabotaje?), produciendo la mayor pérdida de aviones rusos en un día, desde la segunda guerra mundial.

El ataque ocurrió el 9 de agosto. Fuertes explosiones fueron filmadas desde zonas aledañas a la base, lo que parece indicar que depósitos de combustible y/o de municiones, fueron alcanzados.

Aún hay especulación sobre con qué medios los ucranianos pudieron llevar adelante esta acción. Las teorías apuntan a que fue un ataque con misiles, lanzado desde el oblast de Odesa, a más de 200 km de la base de Saky. ¿Pero que misiles?

Lo que se puede inferir

Uno de los sospechosos es el misil ATACMS, que tiene un alcance máximo de 300km, cabeza de combate con submuniciones (entre varios tipos) con un área de daño muy amplia y puede ser disparado por los lanzacohetes HIMARS, que Ucrania estuvo recibiendo. Sin embargo, EE.UU. negó haber entregado esta letal munición, ya que podía ser utilizada para atacar la retaguardia al interior de Rusia, y no había intención de escalar aún más las tensiones.

Misil táctico de largo alcance ATACMS, como el que Washington niega haber entregado a Kiev.

También se habló de la utilización de misiles de crucero, que habrían logrado burlar las defensas anti-aéreas de la base rusa, volando muy cerca del suelo, cayendo sorpresivamente sobre los objetivos. En este caso podría tratarse de una versión adoptada para el ataque a tierra del misil anti-buque Neptune.

El Neptune fue desarrollado por Ucrania para equipar a sus buques de superficie y fuerzas de defensa costera con un nuevo y moderno misil anti-buque nacional. El mismo parece haber surgido a partir de realizar ingeniería reversa a algunos Kh-35 rusos que Ucrania poseería al momento de su independencia, pero con electrónica y prestaciones mejoradas.

Prototipo del misil Neptune durante un disparo de pruebas.

El alcance teórico de estos misiles es de entre 280 y 300kms, y su adaptación a ataque terrestre habría requerido la modificación de la computadora de vuelo y, dada la precisión mostrada, la integración de un sistema de navegación satelital de rango militar, probablemente provista por algún miembro de la OTAN.

La tercera teoría es que se trató de sabotaje, ya que la base de Saky estaba defendida por sistemas S-400, que deberían haber sido capaces de repeler un eventual ataque de misiles ATACMS y por equipos de defensa de corto alcance Tor, diseñados para interceptar misiles de tipo crucero, así como misiles anti-radiación, bombas, y similares, además de aviones y helicópteros.

Lo que se puede ver

Lo que sí está claro, es del nivel de daño alcanzado a la capacidad de combate aéreo ruso en la zona de la Península de Crimea. Las imágenes satelitales muestran amplias zonas quemadas y cráteres.

Según fuentes ucranianas, la lista de aviones destruidos en tierra sería de:

  • 8 Su-27
  • 6 Mi-8
  • 5 Su-24
  • 1 Il-2RT

Y cuatro depósitos de munición.

El análisis de las imágenes realizada por el sitio Oryx (fuente que goza de gran prestigio) revela que hay evidencia visual para confirmar la destrucción de cuatro cazas pesados Su-30SM y siete Su-24M de ataque y reconocimiento.

Pese a las evidencias, el Kremlin niega obstinadamente la perdida de algún avión.

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