Cazadores de huracanes: Los Lockheed WP-3D Orion del NOAA monitorean a Ian desde adentro

Con la llegada de la temporada de huracanes al Mar Caribe, un viejo conocido sale al ruedo a capturar datos fundamentales para la defensa contra los fenómenos meteorológicos que azotan la región.

El caballo de batalla de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) es el Lockheed WP-3D Orion, un cuatrimotor de observación naval fuertemente modificado para el rol.

Miss Peggy (N43RF) Lockheed WP-3D Orion del NOAA
Kermit (N42RF) Lockheed WP-3D Orion del NOAA

El NOAA opera los únicos dos WP-3D existentes, Miss Piggy (N43RF) y Kermit (N42RF), aunque no son los únicos aviones que utiliza el Aircraft Operations Center de la agencia ya que se suma Gonzo (N68RF), un Gulfstream IV-SP, y reciben apoyo de los WC-130 del 53° y 54° Weather Reconnaissance Squadron de la USAF.

Para obtener los mejores datos posibles en el entorno de la tormenta, los miembros de la tripulación despliegan sondas desechables con posicionador por GPS a través de un tubo de lanzamiento en la aeronave. Al lanzarse en paracaídas sobre el mar, las sondas transmiten a la aeronave datos de presión, temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento.

Una vez comprobada la exactitud de los datos de la sonda, se transmiten desde el avión a los Centros Nacionales de Predicción Medioambiental y al Centro Nacional de Huracanes para su inclusión en los modelos globales y de huracanes. La aeronave también puede desplegar batimógrafos desechables en el aire, que miden la temperatura del océano en función de la profundidad.

Los WP-3D Orion de la NOAA también están equipados con sistemas de radar Doppler de fuselaje inferior (LF) y de cola (TDR). Montados en la panza del avión, el radar LF escanea la tormenta horizontalmente mientras que el TDR lo hace verticalmente.

Juntos, estos sistemas proporcionan a los investigadores y pronosticadores una visión similar a la de una resonancia magnética de la tormenta, permitiéndoles ver todas las diferentes capas y la estructura interna desde dentro de la tormenta.

Los WP-3D Orion de la NOAA son los únicos aviones de la flota de cazadores de huracanes de Estados Unidos equipados con estos sistemas de radar.

Estos aviones también están equipados con Radiómetros de Microondas de Frecuencia Escalonada (SFMRs). Desarrollados por la NOAA, los SFMRs detectan la velocidad del viento en la superficie del océano midiendo y computando la radiación emitida por la espuma marina que se crea por los fuertes vientos en la superficie. Esta información es fundamental para que los investigadores del Centro Nacional de Huracanes puedan pronosticar las tormentas.

Entre 2015 y 2017, los dos aviones recibieron importantes revisiones, con un costo total de 35 millones de dólares. Estos trabajos fueron realizados por el Fleet Readiness Center Southeast de la Marina de los Estados Unidos en Jacksonville, Florida. El trabajo incluyó nuevas alas, motores, radares actualizados y aviónica.

El NOAA prevé que estos cambios permitirán que los aviones vuelen hasta el 2037.

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