La Federación Rusa continúa avanzando en el proceso de sustitución de importaciones con el objetivo de suministrar componentes propios para el desarrollo del Irkut MC-21, modelo con el que la industria aeronáutica rusa pretende competir con productos similares desarrollados por sus competidores occidentales, como el Airbus A320neo o el Boeing 737 MAX.
La corporación estatal Rostec, encargada de promover el desarrollo, la producción y la exportación de productos de alta tecnología para los sectores civil y de defensa, había comenzado a reemplazar las piezas importadas de la aeronave por otras de fabricación nacional.
A través del decreto oficial número 1693 del 25 de junio de 2022, el gobierno ruso había aprobado un amplio programa de desarrollo del transporte aéreo hasta 2030. «Frente a las limitaciones externas, el objetivo estratégico del sector será una transición acelerada al equipamiento nacional», aseguraron en ese momento.
Hacia agosto de este año, el Irkut MC-21 ya se había independizado en gran medida de los insumos occidentales, que desaparecieron casi por completo de Rusia como consecuencia de la invasión del país a Ucrania y las posteriores sanciones recibidas. El proceso de sustitución de importaciones continuó.
En un comunicado de prensa, el instituto de industria aeronáutica FAU GosNIIAS informó ayer que participará en las pruebas de certificación del motor PD-14, desarrollado por la Corporación Unida de Motores (UEC). Como parte de los trabajos de evaluación del rendimiento de la planta motriz, personal del instituto colaborará en la realización de estudios sobre la interacción informativa entre el sistema de control de los motores y el fuselaje del Irkut MC-21.
Por otra parte, los especialistas del FAU GosNIIAS trabajarán en la sustitución de los paneles de control de cabina extranjeros por otros de producción nacional y su integración con el resto de los sistemas de la aeronave.
El Irkut MC-21 y las sanciones
El Irkut MC-21 es un avión de pasillo único, medio alcance y capacidad para algo más de doscientos pasajeros. Si bien completó su primer vuelo en mayo de 2017, aún no comenzó a operar comercialmente. Las primeras entregas podrían producirse durante los primeros meses de 2023.
Las sanciones aplicadas por la Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, que restringen a Rusia la posibilidad de importar aeronaves y piezas de fabricación occidental, sumaron presión a la producción aeronáutica del país.
Como respuesta, la administración rusa comenzó a implementar una serie de medidas de promoción de la industria aeronáutica nacional. En este contexto, uno de los principales retos de los fabricantes rusos es conseguir incrementar el ritmo de producción.
El gobierno ruso enfatizó la necesidad de reducir al máximo posible la dependencia de los insumos extranjeros. Para la producción local, disminuir la importación de componentes e incentivar la actividad propia de los fabricantes nacionales resulta clave para sus intenciones.
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