PARIS (Enviado) – Arrancó oficialmente el Paris Air Show, y mientras de a poco va tomando ritmo algunas definiciones de los fabricantes permiten entender que este evento es el primero de la «vieja normalidad».
Boeing presentó su Commercial Market Outlook en el que dejó algunos puntos interesantes. Entre ellos, que el hueco dejado por el retiro gradual del 757 de las flotas no será llenado por ningún diseño nuevo en el corto plazo.
«Creemos que el 737 MAX 7 y el 787-8 pueden cubrir los dos extremos del segmento» dijo Darren Hulst, Vicepresidente de Commercial Marketing de Boeing. «No vemos en el corto plazo una necesidad de atender esa demanda con un modelo nuevo.»
Además, Hulst explicó el pronóstico a la baja del segmento de aviación regional: dijo que la escasez de pilotos motivó que muchos dejaran el segmento para operar aviones más grandes con condiciones más competitivas, y que los operadores también impulsan una tendencia a operar aeronaves más grandes y con mejor costo por asiento.
«Al final, el segmento regional quedará reducido a rutas subsidiadas y de interés público» dijo Hulst, circunscribiendo su alcance al programa EAS (Essential Air Services) estadounidense o similares.
Otro punto importante es la percepción del fabricante sobre la baja o nula incidencia del escenario post pandémico en las previsiones de mercado en los próximos 20 años. «Ya no es un factor. Hemos vuelto a las tendencias de crecimiento que teníamos en 2019.»
Boeing estima que en los próximos 20 años, la industria requerirá más de 42.000 aviones, y que el 40% de esa demanda estará marcada por las aerolíneas Low-Cost. Para Latinoamérica, se espera que represente un 5% del total de aviones a incorporar.
Otro detalle importante es que el mercado aerocomercial crecerá más allá de la cantidad de aviones por la sola implementación de mejoras en la tecnología y la productividad: «Si no hubiera una presión para mejorar esos parámetros, necesitaríamos 8.000 aviones más», agregó Hulst.