Dos Boeing 747 que pertenecen a Iraqi Airways y fueron evacuados de urgencia de Bagdad ante el inminente comienzo de la Segunda Guerra del Golfo serán rematados, poniendo así fin a más de tres décadas de almacenamiento.
Ambas aeronaves se encuentran desde 1990 en el Aeropuerto Internacional de Tozeur-Nefta, en Tunez, hacia donde el gobierno de Saddam Hussein decidió enviarlos para evitar que sean dañados por los bombardeos.
Uno es un Boeing 747-200C (vesión combi) matrícula YI-AGP, y el otro es un Boeing 747 SP matrícula YI-ALM, habiendo este último servido como avión gubernamental para el régimen de Hussein.
De acuerdo a un reporte de FlightGlobal, Iraqi Airways pretende 494.900 dólares por cada 747, aunque esto lo decidirá finalmente el mercado cuando se lleve a cabo el remate el próximo 16 de agosto.
Con el auge de la industria petrolera en la segunda mitad del siglo XX y la instauración del regimen baazista, Iraqi Airways encaró una etapa de crecimiento que la llevó a recibir sus dos primeros Boeing 747-200C en 1976. Le siguió un tercero en 1982, uno de los que será rematado, mientras que en 1982 llegó a Irak el Boeing 747SP YI-ALM para ser utilizado como transporte VIP gubernamental.
Tras la Segunda Guerra del Golfo, las operaciones de Iraqi Airways se redujeron a la mínima expresión, y fue recién después de la invasión de tropas aliadas de 2003 que la compañía empezó a renacer con más fuerza, habiendo empezado a volar en octubre de 2003 entre Bagdad y Amán, en Jordania.
Ya en la segunda década de los 2000, Iraqi Airways encaró una nueva etapa de modernización de su flota sumando aeronaves Airbus A320, A321, A330, Boeing 737-800, 737 MAX, 777 y 787. En diciembre de 2022 se convirtió además en nuevo operador de la familia Airbus A220, de la cual ya posee cinco aeronaves. También llegó a operar dos Boeing 747-400 hasta 2022.
A pesar de ello Iraqi Airways sigue impedida de operar con sus aviones en el espacio aéreo de la Unión Europea por violaciones de seguridad. En julio, una delegación de la Unión Europea visitó el aeropuerto de Bagdad para reunirse con funcionarios de la ICAA (Autoridad Iraquí de Aviación Civil) y negociar el levantamiento de la medida vigente desde 2015, y si bien se anunció la reunión como positiva, hasta el momento no hubo novedades.