El terrible destino del vuelo 655 de Iran Air: A 35 años del día que Estados Unidos derribó un avión comercial

Airbus A300 Iran Air

Hoy se cumple el 35 aniversario de uno de los incidentes más catastróficos en la historia de la aviación: el derribo del Vuelo 655 de Iran Air, un evento que cobró la vida de 290 personas y tensó las relaciones internacionales en la siempre inestable zona del Golfo Pérsico.

El incidente ocurrió en medio de la tormenta de la Guerra Irán-Irak. El 3 de julio de 1988, el Vuelo 655 de Iran Air, un avión de pasajeros en ruta de Teherán a Dubai vía Bandar Abbas, fue confundido por un avión militar hostil por el USS Vincennes, un crucero misilístico clase Ticonderoga de la US Navy. El avión, un Airbus A300, seguía su ruta habitual sobre las aguas territoriales de Irán en el Golfo Pérsico cuando fue alcanzado por dos misiles tierra-aire SM-2MR.

El USS Vincennes formaba parte de una fuerza naval de los EE. UU. en el Golfo Pérsico en aquel momento, con la tarea de proteger el transporte neutral durante la Guerra Irán-Irak.

Sin embargo, reiteradas amenazas e informes de inteligencias que advertían de ataques suicidas iraníes en fechas cercanas al 4 de julio llevaron al Vincennes a aguas territoriales iraníes y a un enfrentamiento con lanchas cañoneras, creando un ambiente tenso y caótico que contribuyó a la fatal identificación errónea del Vuelo 655.

Aunque el radar SPY-1 y la suite de combate Aegis realizan una buena labor de vigilancia, ambos son primariamente un sistema de control eficaz de fuego, y el diseño probablemente esté sesgado en esa dirección, en lugar de ser un sistema de control de tráfico aéreo.

En particular, la integración del radar con su sistema asociado de identificación amigo-enemigo (IFF) no era muy sólida: por ejemplo, el operador del IFF tenía que elegir manualmente un parámetro de alcance para rastrear un objetivo, ya que no era presentado en conjunto con otros datos de navegación. Por lo tanto, podía asociar accidentalmente la respuesta IFF de un avión con otro.

Todos los sistemas IFF actuales utilizan interrogadores y transpondedores. El interrogador, que suele tener un haz más ancho que el radar asociado, envía una señal codificada, y el transpondedor (que es omnidireccional) responde. Las respuestas pueden ser en varios modos e incluir un código de cuatro dígitos. En este caso, el Modo II se asoció a las aeronaves militares iraníes y el Modo III a las aeronaves civiles, aunque durante la investigación se afirmó que las aeronaves militares iraníes utilizaban tanto el Modo II como el III.

Confusión en los datos, decisión errónea

A pesar de haber intentado diez veces contactar con el avión en frecuencias militares y civiles, la tripulación del Vincennes no recibió respuesta. Confundieron al A300, que transmitía señales en Modo III identificándolo como un avión civil, con un F-14 Tomcat, un caza que en mejores tiempos de relación (antes de la Revolución del Shah) había sido provisto a la Fuerza Aérea de Irán.

En medio de la confusión, el Coordinador de Guerra Antiaérea (AAWC) pidió disparar en cuanto el objetivo desconocido se acercara a menos de 20 millas náuticas. El capitán esperó todo lo que creyó posible, y autorizó el disparo unos siete minutos después de la primera detección del objetivo aéreo, cuando se encontraba a diez millas náuticas.

El Vincennes disparó dos misiles y el avión fue alcanzado a una distancia de unas siete millas náuticas, 17 segundos después de que los misiles abandonaran sus raíles.

USS Vincennes Flight 655
USS Vincennes 

En cuanto el objetivo desconocido fue identificado como un avión civil, se analizaron las cintas de datos de la suite Aegis del Vincennes. Resultó que, efectivamente, el Airbus había estado ascendiendo, un punto que podría haber ayudado al capitán Rogers a decidir no disparar cuando lo hizo.

La conclusión parece haber sido que el Coordinador de Información Táctica (Tactical Information Coordinator – TIC), que no tenía experiencia, había estado leyendo las cifras de distancia decreciente como altitud decreciente, y que otros en el Centro de Información de Combate (Combat Information Center- CIC), esperando un ataque, habían aceptado estos datos sin cuestionarlos. El error del TIC se atribuyó al estrés de una situación de combate, y también a la tendencia humana a aceptar datos que se ajustan a una imagen preconcebida.

El incidente desencadenó una ola de críticas internacionales contra los EE. UU., complicada aún más por las diferentes versiones de los hechos por parte de los EE. UU. e Irán. En 1996, Estados Unidos expresó formalmente su «profundo pesar» por el incidente y acordaron pagar 61,8 millones de dólares como compensación a las familias de las víctimas, pero no admitió responsabilidad legal ni emitió una disculpa formal a Irán.

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