Estados Unidos está listo para proceder con la entrega de cazas F-16 a Turquía, un día después de que el país europeo apruebe la solicitud de Suecia para ingresar a la OTAN. La velocidad con la que se destrabó la llegada de los F-16 causó controversia en el Congreso, con algunos legisladores cuestionando la aprobación con la resolución de la candidatura de Suecia para unirse a la alianza.
Turquía había bloqueado previamente el camino de Suecia, citando una supuesta acción insuficiente contra grupos que Turquía considera terroristas, principalmente el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Pero el martes Jake Sullivan, el Asesor de Seguridad Nacional de EE. UU., declaró que la transferencia de aviones valorada en 20 mil millones de dólares continuaría tras la luz verde de Turquía para la membresía de Suecia en la OTAN.
El momento efectivo de la transferencia de los F-16 y la entrada de Suecia a la OTAN sigue siendo incierto. Todos los estados de la OTAN necesitan ratificar a un nuevo miembro, y Hungría aún tiene que hacerlo. Además, el parlamento turco -quien debe ratificar formalmente la aprobación sueca- tiene previsto reunirse recién en octubre.
El acuerdo se produce después de que Turquía descartara un pedido de más de 100 Lockheed Martin F-35 tras optar por adquirir sistemas de misiles S-400 fabricados en Rusia. En su lugar, Turquía solicitó la venta de 40 F-16 Viper de Lockheed Martin, 79 kits de modernización para aviones existentes y una variedad de municiones para modernizar la flota de cazas de la Fuerza Aérea Turca.
El Departamento de Estado había aprobado previamente una mejora limitada de la flota actual de cazas F-16 de Turquía en abril de 2023 por un costo total estimado de 259 millones de dólares.