El 28 de noviembre despegó el vuelo VS 100 de Virgin Atlantic desde Londres/Heathrow (LHR) hacia el aeropuerto John F. Kennedy (JFK) de Nueva York en la primera operación comercial propulsada con 100% de combustible de aviación sostenible (SAF), buscando la vialidad del producto en el mercado aeronáutico.
Esta iniciativa tiene como objetivo mostrar el potencial de SAF como un sustituto seguro de los combustibles de aviación de origen fósil, compatible con los motores, las estructuras y la infraestructura de combustible de los aviones existentes.
El mercado aeronáutico mundial avanza con la descarbonización de la aviación hacia Net Zero 2050, el SAF, derivado de productos de desecho, ofrece hasta un 70% de reducción de las emisiones de CO2 a lo largo de su ciclo de vida y al mismo tiempo funciona como un reemplazo directo al combustible tradicional.
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Si bien faltan décadas para otras tecnologías como la propulsión a base de hidrógeno y motores eléctricos, el SAF se presenta como una solución implementable a corto y mediano plazo. Las normas SAF, que actualmente regulan menos del 0,1% del volumen mundial utilizado de combustible de aviación, permiten mezclar hasta un 50% con combustible tradicional comercial.
El Flight 100 busca subrayar que el desafío radica en aumentar la producción de SAF, que depende de una cuestión de política e inversión que requiere una acción rápida tanto de la industria como del gobierno para establecer un sector SAF próspero.
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El objetivo Net Zero 2050 requiere aprovechar la innovación y la inversión en todas las materias primas y tecnologías disponibles para maximizar los volúmenes de SAF y continuar la investigación y el desarrollo necesarios para llevar al mercado aviones de cero emisiones.
Vuelo 100: una exploración integral
Además de mostrar las capacidades del SAF, Flight100 evaluará cómo su uso afecta las distintas emisiones de carbono durante el vuelo. Con el apoyo de los socios del consorcio ICF, el Rocky Mountain Institute (RMI), el Imperial College London y la Universidad de Sheffield, esta investigación tiene como objetivo mejorar la comprensión científica de los efectos de las SAF en las estelas de vapor y las partículas, ayudando en la implementación de pronósticos de estelas en la planificación de vuelos. Los datos recopilados y los resultados de la investigación se compartirán con la industria.
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El SAF utilizado en el Flight 100 es una mezcla dual única: 88% de ésteres y ácidos grasos hidroprocesados (HEFA) suministrados por AirBP y 12% de queroseno aromático sintético (SAK) suministrado por Virent, una subsidiaria de Marathon Petroleum Corporation.
HEFA se deriva de grasas residuales, mientras que SAK se produce a partir de azúcares vegetales, y las proteínas, aceites y fibras vegetales restantes permanecen en la cadena alimentaria.
El compromiso sostenible de Virgin Atlantic
«En 2008, Virgin Atlantic y Boeing completaron el primer vuelo de prueba de SAF en un 747 y hoy lograremos otro hito importante utilizando un 787 Dreamliner. Este vuelo es un paso clave hacia nuestro compromiso de entregar aviones 100% compatibles con SAF para 2030”, dijo Sheila Remes, vicepresidenta de Sostenibilidad Ambiental de Boeing.
Colectivamente, la industria y el gobierno deben ir más allá, establecer una industria de SAF en el Reino Unido y cumplir el objetivo del 10% de SAF para 2030, capitalizando los importantes beneficios sociales y económicos que traerá: una contribución estimada de 1.800 millones de libras esterlinas al valor agregado bruto del Reino Unido y más de 10.000 puestos de trabajo.
Shai Weiss, director ejecutivo de Virgin Atlantic, afirmó: «Simplemente no hay suficiente SAF, y está claro que para lograr la producción a escala, necesitamos una inversión significativamente mayor. Esto Sólo sucederá con certeza regulatoria y mecanismos de precios de apoyo, respaldados por un compromiso integral de la industria y del gobierno».