En respuesta a su crítica situación financiera, Air Madagascar ha revelado varias medidas estratégicas destinadas a reestructurar sus operaciones para un futuro sostenible.
La aerolínea busca implementar una alineación más eficiente incorporando un nuevo presidente y CEO: Mamy Rakotondraibe, quien pondrá énfasis en la rentabilidad y la eficiencia organizacional. El Ministerio que supervisa la aerolínea ha respaldado este cambio inmediato, preparando el escenario para un progreso armonizado entre el Consejo de Supervisión, la Dirección Ejecutiva y la Gerencia General.
Phénix 2030: un plan para sobrevivir
El plan de negocio «Phénix 2030», elaborado por el Gerente General y pendiente de aprobación por la autoridad pública, ha obtenido apoyo del Ministerio de Transporte. Propone una estrategia ambiciosa pero prudente de flota e inversión, sugiriendo que la rentabilidad está al alcance sin necesidad de fondos públicos.
Los problemas financieros de la compañía han sido abrumadores, con pérdidas de 25 millones de dólares en nueve meses desde su inicio en abril de 2022, después de la crisis del COVID, y deudas que se dispararon a 36 millones. Los principales factores que contribuyen a estas pérdidas son el costoso modelo de wet-leasing (ACMI) de larga distancia y el alto costo local del combustible.
El CEO Thierry de Bailleul afirma, «La suspensión temporal de los vuelos ACMI es un paso doloroso pero necesario para evitar una mayor estancamiento financiero y para restaurar la rentabilidad de la compañía.»
Suspensión temporal de vuelos de larga distancia y regionales
Frente a una economía insostenible, la aerolínea se ha visto obligada a suspender temporalmente los vuelos ACMI de larga distancia y regionales, aunque esta decisión es solo provisional. Sin embargo, la conectividad internacional continúa a través de un acuerdo de código compartido con Corsair para rutas hacia y desde París.
El arreglo permite que ambas aerolíneas vendan boletos para estos vuelos bajo sus respectivos números de vuelo, a pesar de que los vuelos son operados exclusivamente por aviones de Corsair. A través de esta asociación, Air Madagascar ofrecerá dos vuelos semanales que conectan Tana y París, utilizando un Airbus A330-300 o un A330-900.
El contrato del Embraer E190-E2, anulado sin penalización
Air Madagascar dio por terminado su contrato de leasing para tres Embraer 190-E2 a través de Azorra, un acuerdo que se firmó inicialmente en diciembre de 2022 y se anunció oficialmente en el Palacio de Estado de Iavoloha.
Thierry de Bailleul, el director general de la aerolínea nacional, declaró la cancelación casi un año después, explicando que el tipo de avión no cumple con los requisitos específicos de la aerolínea. A pesar del consenso original entre las autoridades malgaches para su uso, la cancelación se acordó sin penalizaciones financieras tras las discusiones con la dirección de Embraer.
De Bailleul reconoció la calidad de los aviones de Embraer pero señaló preocupaciones con la fiabilidad de los motores Pratt & Whitney en el modelo E2, que se consideran revolucionarios pero frágiles.
En lugar del contrato de arrendamiento cancelado, Air Madagascar está explorando otras opciones de aeronaves del mismo fabricante, con un interés particular en el 190-E1 para servir los vuelos regionales de la compañía y rutas principales domésticas.
De Bailleul ha anunciado planes de adquirir tres jets E1, que, a pesar de utilizar tecnología más antigua y ser menos eficientes en cuanto a combustible, han demostrado ser casi 100% confiables.