En una medida que probablemente aumentará las tensiones regionales, el estado independiente de África Oriental, Somalilandia, ha firmado un Memorando de Entendimiento significativo con la vecina Etiopía.
El acuerdo, cuyos detalles se darán a conocer aproximadamente en un mes, y una vez que sea ratificado, daría a Somalilandia una participación en Ethiopian Airlines, aerolínea estatal de Etiopía, a cambio del acceso al estratégico puerto de Berbera, en el Golfo de Adén.
Somalilandia se autodeclaró un estado independiente en 1991, separándose de Somalia, una reivindicación disputada por Mogadiscio. A pesar de su autoproclamada soberanía, ningún país reconoce formalmente a Somalilandia como independiente, excepto Taiwán.
Etiopía, un país sin litoral desde la declaración de independencia de Eritrea en 1993, ha dependido de Yibuti para acceder a puertos. En la búsqueda de diversificar sus conexiones marítimas, Etiopía, aun sin reconocer formalmente la independencia de Somalilandia, optó por negociar un acuerdo con el gobierno de facto.
El memorando de entendimiento entre Etiopía y Somalilandia detalla el arrendamiento de tierras alrededor de Berbera para fines comerciales y militares. El contrato de arrendamiento de 50 años permitirá que Etiopía construya infraestructura y una vía de acceso al puerto.
Un aspecto notable del acuerdo es que Somalilandia recibirá una participación en Ethiopian Airlines, la mayor compañía aérea de África y miembro de Star Alliance. Este movimiento es visto como un incentivo económico para Somalilandia, aunque pueda atraer escrutinio internacional.
Conforme detalla Paddle Your Own Kanoo, el acuerdo surge en medio de tensiones existentes en la región, especialmente entre Addis Abeba y Mogadiscio. Mientras Etiopía busca mantener conexiones marítimas cruciales, el acuerdo podría tensionar las relaciones con Somalia, complicando aún más un escenario geopolítico ya delicado.
Ethiopian Airlines, involucrada en controversias en 2021 por supuestamente transportar armas militares para el conflicto en Tigray, permanece bajo escrutinio. La compañía aérea niega vehementemente estas acusaciones, atribuyéndolas a una conspiración para perjudicar su reputación. Además, la empresa enfrentó alegaciones de maltratos y discriminación contra empleados de la minoría tigrina.