Thai Airways confirmó hoy un pedido de 45 Boeing 787 Dreamliner, concluyendo meses de negociaciones y especulaciones de la industria. La decisión sobre el modelo del avión había estado sujeta a la competencia del Airbus A350-900, modelo que terminó siendo desestimado debido a los costos de las opciones de motorización.
La aerolínea, parcialmente estatal, está experimentando una recuperación financiera positiva después de varios años de precariedad, exacerbados durante la crisis sanitaria de la COVID-19. La pandemia obligó a Thai Airways a desmantelar y abandonar acuerdos de arrendamiento para varios modelos de aviones, incluyendo el retiro de los Airbus A380, Boeing 747-400, Boeing 777-200, Boeing 777-300 y A330-300 más antiguos de su flota.
Para optimizar las operaciones y los recursos humanos, Thai Airways fusionó su filial de bajo coste, Thai Smile, con la empresa matriz, que anteriormente operaba únicamente en el mercado nacional.
Tras esta reestructuración, que permitió a la aerolínea volver a generar ingresos, se iniciaron negociaciones con Airbus y Boeing para un mega pedido centrado en la flota de largo radio, que había sido desmantelada.
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Este proceso finalizó con un acuerdo por los Boeing 787 Dreamliner, sin especificar variantes, con fechas de entrega entre 2027 y 2033, según informa The Bangkok Post citando un comunicado de Thai Airways. El pedido incluye un número no especificado de opciones. También incluye la selección de motores, escogiendo los GEnx de General Electric en lugar del Rolls-Royce Trent 1000.
La elección del modelo se produjo tras evaluar el Airbus A350-900, del que Thai Airways cuenta actualmente con dieciocho aviones y dos más pendientes de entrega. La compañía cita un desacuerdo de precios con Airbus con respecto a los motores Rolls-Royce que propulsan el A350.
Thai no reveló el valor total del acuerdo, pero insinuó que se brindarán más detalles durante el Singapore Airshow, entre el 20 y el 25 de febrero.
El camino hacia una homogeneización de la flota
Previo a la crisis sanitaria del COVID-19, Thai disponía con una variedad de modelos de aviones en su flota, lo que la hacía financieramente insostenible, a lo que se le sumaba a la feroz competencia de aerolíneas de bajo costo como Nok Air y AirAsia en el sudeste asiático.
Con los acuerdos recientes, la compañía reducirá significativamente el número de modelos de su flota, con el objetivo de tener 100 aviones en 2033.
Tras la integración con THAI Smile, la aerolínea reanudó sus operaciones con Airbus A320ceo para el mercado regional y nacional, con veinte aeronaves. A partir de 2025 recibirá sus primeros doce Airbus A321neo, sustituyendo progresivamente su flota de fuselaje estrecho.
Ahora, con la confirmación de los Boeing 787 Dreamliner, los aviones sustituirán progresivamente a la flota de largo radio existente, compuesta por cinco Airbus A330-300, cinco Boeing 777-200 (ER) y 17 Boeing 777-300 (ER), una vez finalizado sus contratos de arrendamiento. Thai afirmó que la nueva flota impulsaría su red de destinos internacionales, permitiéndole obtener ingresos de 180 mil millones de baht al año a partir de 2025.
Thai no ha anunciado si reemplazará su Airbus A350 y/o sus actuales cinco Boeing 787-8 y dos Boeing 787-9, propulsados por motores Rolls-Royce.