En una entrevista concedida a CNBC, David Calhoun, CEO de Boeing desde enero de 2020 y que anunció su salida para fines de 2024, ofreció una visión profunda de los desafíos operativos y estratégicos que han definido su mandato, destacando particularmente la crisis del 737 MAX como un momento clave para la compañía.
«Dirijo un negocio de desarrollo de ciclo largo y un negocio de producción de ciclo largo,» comentó Calhoun, estableciendo el contexto para sus reflexiones sobre liderar Boeing a través de períodos complejos.
Esta complejidad se vio notablemente ejemplificada por los incidentes del 737 MAX, que requirieron una revisión y reforma integral de los controles de seguridad y calidad de Boeing. «Tenemos que conseguir un equilibrio mucho mayor, sin lugar a dudas,» afirmó, subrayando el cambio hacia la priorización de la seguridad y la garantía de calidad tras la crisis.
A medida que Boeing mira hacia el futuro y la búsqueda de un nuevo CEO, Calhoun delineó los atributos críticos necesarios para su sucesor. «Nuestro próximo líder desarrollará y anunciará el próximo avión para Boeing,» destacó, señalando la necesidad de un líder con amplia experiencia en la industria y la capacidad de manejar proyectos significativos, reflejando las lecciones aprendidas durante su mandato.
En la entrevista, el periodista de CNBC le recuerda que Mike Whittaker, Administrador de la FAA, dijo que durante su visita a Boeing observó una cultura enfocada en «mover el avión», sin énfasis en el control de calidad y la gestión de seguridad. Calhoun dijo «Reconocí exactamente de lo que estaba hablando, porque lo escuché de nuestros propios empleados.»
Calhoun también profundizó en las estrategias operativas de Boeing para estabilizar los desafíos de la cadena de suministro y la producción. «Vamos a llevar el trabajo a un nivel al que nunca lo habíamos llevado,» prometió, indicando un compromiso para asegurar un proceso de producción fiable y enfocado en la calidad. Al mismo tiempo, indicó que no tiene una fecha cierta, pero que se está avanzando en la adquisición de Spirit Aerosystems.
Reflexionando sobre su mandato, Calhoun elogió a la fuerza laboral de Boeing por su resiliencia y dedicación, particularmente en el contexto de los esfuerzos de recertificación del 737 MAX. «Certificaron el avión. Reiniciaron una fábrica desde cero,» relató, destacando el esfuerzo colectivo para abordar y superar la crisis.
La serie de fallas o incidentes de la aeronaves BOEING desde Enero del presente año, configuran una señal tal cual como los sensores de falla de las aeronaves Boeing 737 MAX y 787; tales como: remaches sueltos, tornillos y tuercas sin el torque de apriete, fugas del sistema hidraulico, caída de una rueda del tren de aterrizaje, etc. ,lo que puede presuponer de un espionaje con intenciones de sabotear algunas fases o etapas del ensamblaje y/o mantenimiento de dichas aeronaves. Boeing de acuerdo a su política de seguridad debiera denunciar ante el FBI ese fallas como un crimen hacia la empresa y sus usuarios.