Qantas anunció que su Project Sunrise se retrasará debido a la demora en la entrega de sus Airbus A350-1000, y que no espera recibir los A321XLR antes de 2026.
El primer golpe para la compañía, el del «Project Sunrise», llegó con el anuncio de que la entrega del primer Airbus A350-1000 se retrasaría aproximadamente seis meses. La compañía espera recibir la primera de las aeronaves a mediados de 2026. El retraso se debe a exigencias regulatorias que señalaron la necesidad de modificar el tanque de combustible adicional. Este depósito, central para la capacidad de la aeronave de emprender el viaje sin escalas de Sídney a Londres, está bajo escrutinio por no cumplir con estándares específicos de seguridad, lo que generó la necesidad de su rediseño integral.
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Por otro lado, y sumado a la demora en el Project Sunrise, Qantas señaló que no espera recibir su primer A321XLR antes de 2025. El retraso no es imputable a la empresa: es el resultado de modificaciones de diseño tras las objeciones planteadas por la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea, (EASA), concretamente en lo que respecta al depósito de combustible trasero incorporado en el modelo. Las modificaciones de diseño realizadas por Airbus impactaron la autonomía del modelo, reduciéndola en 200 millas náuticas (370 km).
El A321XLR es una subvariante del Airbus A321neo, parte de la familia A320neo, el avión de fuselaje estrecho más grande producido por el fabricante europeo. Está diseñado para ofrecer una autonomía de 4.700 millas náuticas (8.700 km u 11 horas de vuelo) con un consumo de combustible un 30% menor en comparación con aviones como el Boeing 757.
Pese a las demoras en la entrega, Qantas confirmó la adquisición de ocho A321XLR adicionales para Qantas Domestic. Esto eleva el número total de A321XLR para Qantas a 28. Los A321XLR de la aerolínea tendrán capacidad para 200 pasajeros, 20 en Business y 180 en Economy, lo que supone un aumento de hasta el 15 por ciento de capacidad sin reducir el espacio entre asientos.