La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) respaldó la decisión del gobierno argentino de reglamentar la esencialidad de la actividad aeronáutica en el país. La medida busca garantizar un nivel mínimo de servicios ante conflictos laborales que puedan interrumpir parcial o totalmente el transporte aéreo, un sector que destacan como estratégico para la conectividad, el transporte de pasajeros, el turismo y el comercio.
El establecimiento de esta reglamentación, señala IATA, se aceleró tras constatarse que la huelga del 6 de septiembre, que afectó a más de 15.000 pasajeros y 185 vuelos, no cumplió con los servicios mínimos establecidos en el Artículo 2 de la Ley 17.285 del Código Aeronáutico Argentino.
“Las paralizaciones o ralentizaciones como medida de fuerza, que han afectado el servicio esencial de transporte aéreo, no solo perjudican a los miles de pasajeros que necesitan movilizarse, sino que también deterioran la imagen del país y repercuten negativamente en la economía”, dijo Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA para las Américas. “En Argentina, volar no es un lujo, es una necesidad. El tamaño del país—de norte a sur—abarca una distancia equivalente de Lisboa a Moscú. Su geografía no permite que el ferrocarril sea una alternativa viable y el transporte terrestre no es una opción eficiente”, añadió.
Cerdá también destacó los esfuerzos del gobierno argentino por asegurar el buen funcionamiento de los servicios aéreos y fomentar la competitividad en el sector. “El gobierno ha reconocido el rol fundamental del transporte aéreo, su importante contribución al bienestar socioeconómico del país y el impacto positivo que tiene en la calidad de vida de todos los ciudadanos”, concluyó.