El Aeropuerto de Palma de Mallorca (PMI), parte de la red de Aena, continúa su proyecto de remodelación integral con importantes mejoras en sus instalaciones, orientadas a mejorar la eficiencia y comodidad para los pasajeros. Durante una rueda de prensa, el director del aeropuerto, Tomás Melgar, detalló el estado actual de las obras y explicó los trabajos que se desarrollarán durante la temporada de invierno, los cuales supondrán algunos cambios visibles en el tránsito de los usuarios.
Uno de los avances destacados es la nueva ubicación del control de seguridad, que estará operativo a partir de mañana en la planta de facturación, al fondo de la sala y tras las líneas de mostradores. Este cambio estratégico permitirá un flujo más directo de pasajeros, evitando retrocesos y cambios de nivel en el recorrido hacia las puertas de embarque. La instalación contará en su fase final con 22 arcos y 44 líneas de inspección en un espacio amplio y diáfano. Durante la fase inicial, estarán activas 9 arcos y 18 líneas distribuidas en dos zonas contiguas, facilitando el paso de los pasajeros de manera más ágil y ordenada.
El nuevo control de seguridad incorpora tecnología avanzada, entre ellas el sistema Automated Tray Return Systems (ATRS), que permite el retorno automático de las bandejas para equipaje de mano, optimizando los tiempos de inspección y reduciendo esperas. Asimismo, contará con sistemas de detección de explosivos para el equipaje de mano (EDS CB), lo que permitirá que los pasajeros mantengan dispositivos electrónicos y líquidos autorizados en sus maletas durante el control, agilizando el proceso.
Actualmente, señalaron desde Aena, el aeropuerto ya tiene indicadores de eficiencia elevados: el 98% de los pasajeros completa el control en menos de 10 minutos y el 85% en menos de 5 minutos. Melgar subrayó que “esta modernización representa un salto cualitativo en la experiencia del viajero, manteniendo los altos estándares de calidad que caracterizan al Aeropuerto en esta área”.
Hasta la fecha, las obras se han centrado en optimizar áreas específicas sin afectar directamente la experiencia del pasajero. En el módulo A, se ha mejorado la iluminación natural mediante la instalación de grandes cristaleras y se ha reubicado el control de pasaportes para ampliar el espacio y mejorar el confort. En el módulo D, el aeropuerto está alargando el dique de embarques para añadir tres pasarelas, al tiempo que se mejoran las conexiones de los flujos de llegada y salida, que estarán operativas para el próximo verano.
Durante el invierno, las obras avanzarán con la ampliación de la zona oeste del módulo A, cuya fase estará lista al inicio de la temporada de verano 2025. Paralelamente, se realizará la demolición del edificio Aena I, lo que permitirá alargar el módulo A hacia el este e instalar tres pasarelas adicionales en el futuro. En el módulo D, se finalizará el nuevo pasillo de conexión para llegadas, que estará operativo durante este invierno, mientras que el de salidas entrará en funcionamiento en verano.
Estas modificaciones tendrán un impacto visible en los itinerarios de los pasajeros, quienes deberán hacer uso de recorridos alternativos. Los pasajeros que lleguen deberán dirigirse al módulo D para acceder a la sala de recogida de equipajes, incluyendo aquellos provenientes del módulo C, destinado mayormente a vuelos internacionales. Para los pasajeros del módulo B que viajan en vuelos interinsulares sin equipaje, se ha habilitado un pasillo provisional que optimiza su recorrido y garantiza el servicio preferente habitual para estos usuarios.
El aeropuerto de Palma de Mallorca movilizó 31,1 millones de pasajeros en 2023, consolidando su tercer lugar entre los de mayor tráfico de España. Entre enero y septiembre de 2024 ya se movilizaron 27,5 millones de pasajeros, cifra 7,2% superior a la del año anterior, y 10,8% mayor que la de 2019.