El 30 de noviembre de 2023, el Ministerio de Defensa de Croacia (MORH) anunció una transición significativa en la protección de su espacio aéreo, que marca el final de una era para su aviación militar. A partir del 1 de diciembre, la misión de protección de su espacio aéreo (Air Policing) será llevada a cabo temporalmente por los aviones de combate EF-2000 italianos y Gripen húngaros, tras el retiro de los emblemáticos MiG-21 “Fishbed”, tras más de tres décadas de servicio. La medida es una respuesta a la obsolescencia de los MiG-21 y la entrada en servicio de los nuevos cazas Rafale, cuyo despliegue operativo se espera para finales de 2025 o principios del 2026.
Aunque Francia ya ha entregado 7 cazas Rafale F3R de segunda mano (5 EC monoplaza y dos DC biplaza) a la Fuerza Aérea Croata, según informa el portal especializado TANGO SIX (T6), estos no asumirán de inmediato el relevo de los MiG-21, con el fin de no interrumpir el proceso de formación de los pilotos.
Mientras tanto, la protección del espacio aéreo croata estará a cargo de los aviones de combate Eurofighter de Italia y Gripen de Hungría, sin que ello represente un costo adicional para el gobierno de Zagreb, gracias a un acuerdo dentro de la OTAN, similar al de la misión de Policía Aérea del Báltico que salvaguarda el espacio aéreo de los países bálticos.
El fin de los MiG-21 en Europa
La retirada de los MiG-21 croatas marca el fin de la carrera operativa del “Fishbed” en Europa. Rumanía ya había retirado sus MiG-21 en 2023, y Serbia lo hizo anteriormente, tras un trágico accidente en 2020. Los MiG-21 estuvieron en servicio con la Fuerza Aérea Croata durante casi 33 años, siendo el primer avión recibido en 1992. Con Croacia como la última nación europea en operar este modelo, su retiro representa un acontecimiento trascendental en la historia de la aviación militar tanto en Europa como a nivel global.
El MiG-21, uno de los aviones más producidos en la historia de la aviación con más de 11,000 unidades fabricadas, sirvió en una amplia variedad de fuerzas aéreas a lo largo de los años. Sin embargo, su capacidad limitada para operar en escenarios de guerra moderna, junto con las crecientes dificultades para mantenerlo en condiciones operativas (Croacia solo contaba con entre tres y seis unidades en condiciones de vuelo), marcaron el fin de su carrera. Con el paso del tiempo, las flotas de MiG-21 fueron desapareciendo, y ahora, con su retiro definitivo de Croacia, se cierra el ciclo de un avión que, aunque venerado en su época por su fiabilidad y bajo costo operativo, hace años que no puede competir con las exigencias tecnológicas de la aviación moderna.