«Para jugar, primero hay que comer», dice un cartel. Y parece tan obvio que duele cuando uno mira bien y ve que para mucha gente no lo es. Una mañana de diciembre en Benavidez, American Airlines y el Banco de Alimentos Buenos Aires se juntaron en una iniciativa para apoyar a las comunidades más vulnerables de Argentina frente a la inseguridad alimentaria.
Tuve la suerte de estar invitado a contar el trabajo realizado por más de 50 voluntarios de la aerolínea, tanto de Argentina como de Estados Unidos. Y casi de manera inevitable se sumó un voluntario de un medio de aviación.
Los voluntarios prepararon más de 500 cajas de alimentos, que en total superaron los 2.500 kilogramos, o el equivalente a 12.500 platos de comida. Estos productos serán distribuidos a organizaciones locales antes de las fiestas, en un esfuerzo logístico importante y necesario para que la mesa de Navidad tenga un destello de cariño y ayuda al prójimo.
La actividad fue organizada por el Latin Diversity Network Employee Business Resource Group de American Airlines, destacando su compromiso con las comunidades donde opera. «American tiene una trayectoria de casi 35 años en Argentina y estamos agradecidos de poder retribuir a esta comunidad que ha sido fundamental para nuestro crecimiento en Sudamérica», señaló José A. Freig, vicepresidente de Operaciones Internacionales de American Airlines.
“Asociarnos con el Banco de Alimentos es una forma significativa de abordar uno de los desafíos más urgentes que enfrentan las poblaciones vulnerables. Para nosotros es un orgullo participar y ayudar de una manera orgánica, llegando a las comunidades de los países a los que volamos. Estamos sembrando la importancia de American Airlines en Argentina, no sólo para los viajeros sino para que se vea lo importante que es el país para nosotros”, agregó.
También estuvo presente Evie Garcés, VP de Mantenimiento de Línea de la compañía, con la que charlamos de orígenes humildes, de límites y de oportunidades de crecimiento para aquellos que trabajan duro: me contó su historia desde su República Dominicana hasta liderar un área clave de una de las compañías más grandes del mundo.
El Banco de Alimentos Buenos Aires es una organización sin fines de lucro que durante 2023, logró distribuir más de 3,8 millones de kilogramos de alimentos y productos esenciales, impactando a casi 330.000 personas y sirviendo más de 18 millones de platos de comida. Fernando Uranga, su director general, destacó el papel fundamental de los voluntarios en su misión diaria.
“Desde Banco de Alimentos articulamos con más de 1.200 organizaciones, entregando diariamente cientos de miles de productos. Esto es posible gracias a la colaboración de nuestros voluntarios, que, con un altísimo nivel de compromiso, clasifican y organizan alimentos en nuestro centro de distribución”, comentó.
Personal del Banco nos dio una charla al inicio del día en la que comentaron la enorme necesidad de concientizar a la gente para reducir el desperdicio: nos contaban que con reducir un cuarto de la comida que se tira, muchísima gente vería cubiertas sus necesidades insatisfechas.
Después de las presentaciones y entrevistas, llegó el tiempo para armar cajas, llenarlas de alimentos, recetas, tarjetas de saludos navideños y de cariño: fui testigo y parte de la alegría y de algunas emociones cuando se iban completando los pallets de cajas.
Me fui a mi casa con una satisfacción particular: esta navidad en 500 mesas, habrá un pan dulce y un budín, habrá galletas cocinadas con elementos que fueron puestos en esas cajas. Y para nosotros, que a veces tenemos todo y no nos damos cuenta, parece poco. Pero si uno mira bien, ve que para mucha gente no lo es.