Mientras aumenta el debate por la posible suspensión de los vuelos de la compañía LAN desde Rosario, IMPULSO consultó a distintas fuentes de la industria aérea, para indagar cuáles son las principales dificultades con las que se enfrenta el aeropuerto de la ciudad para ser una terminal internacional en términos prácticos.
Por un lado, la estación carece de mangas, autobomba y cintas de equipaje para recibir aviones de gran parte, que transporten una gran cantidad de pasajeros.
De hecho, para vuelos domésticos la estación aérea no tiene ninguna cinta de transporte y sólo una pequeña para salidas internacionales con pocos pasajeros.
En cuestiones de seguridad y comodidad, la capacidad física del Aeropuerto no permite manejar cientos de pasajeros al mismo tiempo. Por ejemplo, si un avión con 300 pasajeros que se dirige a Ezeiza, debe desviar su vuelo por niebla, ceniza u otro inconveniente, las autoridades aeroportuarias lo direccionarán al aeropuerto de Córdoba y no al de Rosario, ya que la terminal local no podría recibir a esa cantidad de personas en simultáneo.
Según contaron fuentes de la industria que pidieron extrema reserva, ni los servicios de cafetería, ni baños están preparados para recibir un flujo de tránsito de esa magnitud.
A pesar de las inversiones de los últimos años, que incluyeron los recientemente presentados nuevos accesos, el Aeropuerto de
Rosario tampoco posee un sistema moderno para estacionamiento. No existen barreras para evitar el ingreso/egreso de vehículos y los tickets de parking son manuales y no electrónicos. También en este punto, la capacidad de lugares para estacionar es limitada si se quisieran aumentar las frecuencias o sumar aviones de gran porte.
Las inversiones requeridas para una cinta de transporte, autobomba, estacionamiento electrónico y al menos una manga, no superarían los U$ 500 mil, lo que de acuerdo a empresarios consultados no deberían ser un inconveniente para un estado provincial, en este caso, el santafesino, que está a cargo del Aeropuerto de Rosario.
Si se requerirán de inversiones más importantes para ampliar la capacidad del lugar y avanzar con nuevas pistas de aterrizaje.
De todas formas, los vuelos internacionales regionales, como los que opera Lan haciendo hub en Lima, los de Gol a Brasil o los de BQB a Uruguay, le brindan a la terminal de Rosario no sólo opciones para los pasajeros, sino también ingresos económicos con los que se están planeando realizar distintas obras.
Fuente: ImpulsoNegocios