El turismo espacial tiene un nuevo actor

Ismael Awad-Risk

De la mano del avance de la tecnología aeroespacial y gracias a la cooperación internacional, el espacio podría dejar de ser, en el futuro cercano, un lugar solo para aquellos que posean the right stuff. El selecto club de astronautas se ha comenzado a ampliar a pasos agigantados: volar al espacio se está convirtiendo en una forma de turismo extremo, similar a escalar el Monte Everest.

Ahora, habrá un nuevo participante en el pujante mercado de vuelos suborbitales, en el que compiten -entre otros- Virgin Galactic, de Richard Branson, y Blue Origin, de Jeff Bezos: la empresa rusa Suborbital Corporation firmó un contrato con el buró de diseño V. M. Myasishchev para desarrollar en forma conjunta un diseño preliminar de su Crew Module C-XXI. El acuerdo también incluye la construcción de un modelo a escala real.

Para la implementación comercial de la idea de turismo espacial, es necesario asegurar el logro de un alto nivel de eficiencia técnica y económica de los vehículos. Esto, en primer lugar, requiere una fuerte reducción en la energía requerida para el lanzamiento, por lo que en la primera etapa se organizarán vuelos suborbitales de corta duración (la energía necesaria para realizar un vuelo suborbital es alrededor de un orden de magnitud inferior a la requerida para el vuelo orbital).

Ya que el lanzamiento aéreo se producirá desde aviones comunes (SpaceShipTwo, de Virgin, requiere un avión especial bautizado White Knight Two para sus lanzamientos) también contribuye a reducir el costo de los viajes espaciales. El avión elegido para el lanzamiento del CM es el M-55 Geophysica, que será actualizado a la versión M-55X, ideada especialmente lanzar el crew module. La cápsula usará un cohete de propulsante sólido.

Los medios de escape y seguridad de la tripulación cobrarán especial relevancia en el diseño del C.M.: en las etapas iniciales del vuelo, la seguridad estará a cargo de asientos de expulsión que se eyectarán automáticamente en caso de problemas. En el avión madre, en tanto, se utilizó el asiento eyectable K-36L. La secuencia de expulsión poseerá el siguiente orden a los fines de garantizar la seguridad y reducir el riesgo de colisiones entre pasajeros, tanto entre sí como con el equipo: los pasajeros serán los primeros en ser expulsados, seguidos por el piloto del C.M., y por último el piloto del avión de transporte.

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