Después de casi tres meses desde que suspendió sus operaciones, Itapemirim sigue debiendo salarios y derechos laborales a los antiguos empleados; los pasajeros aún no han recibido los reembolsos; los acreedores aumentan el cúmulo de demandas y un arrendador no puede repatriar uno de los aviones, que fue canibalizado en São José dos Campos.
La aerolínea, que llegó prometiendo revolucionar la aviación en Brasil, no fue más allá de un corto vuelo de seis meses que cesó el 17 de diciembre de 2021, dejando a decenas de miles de personas desamparadas. La promesa de volver a los cielos en febrero nunca se cumplió y hoy ni siquiera hay aviones que puedan soportar esa esperanza.
Empleados
Cada semana, AEROIN recibe numerosas quejas, denuncias y pruebas de personas vinculadas a la empresa, que se quejan de no poder recibir el fruto de su trabajo. Hay varias quejas relacionadas con terminaciones de contrato de trabajo no pagadas e incluso el FGTS (fondo de desempleo) no depositado, aunque haya sido deducido en la nómina. También se acumulan las demandas de los exempleados, que «fueron dejados a la deriva».
Pasajeros
Ante el constatado incumplimiento del acuerdo de reembolso, la ANAC emitió hace unas semanas una nota en la que pide a los viajeros agraviados que registren sus quejas en el portal Consumidor.gov. Más que esperar a que Itapemirim cumpla su obligación, algo que raya en lo improbable, la ANAC reúne pruebas para evitar cualquier impulso de la compañía para volver a volar antes de solucionar los problemas que ha generado a los pasajeros.
En el portal privado Reclame Aqui, aparecen cada día nuevas quejas de clientes afectados por haber perdido su dinero.
Aviones
De los siete aviones que Itapemirim trajo al país, todos han salido, devueltos a sus arrendadores. Si al principio la empresa trató de vender la idea de que los aviones iban a «mantenimiento», cuando se empezaron a hacer los certificados de exportación, se notó que todo era historia.
En este proceso, uno de los arrendadores no tuvo suerte. Esto se debe a que una de sus aeronaves arrendadas a ITA, con matrícula PS-AAF, sigue en Brasil, más concretamente en São José dos Campos, donde fue canibalizada.
La información fue confirmada por AEROIN a partir de las pruebas recibidas de una fuente que prefiere permanecer en el anonimato. En los documentos, hay varias comunicaciones de la aerolínea solicitando el retiro de piezas del Airbus A320 marca PS-AAF (msn 2359) para ser utilizadas en el resto de la flota.
