Durante una conferencia de prensa realizada el día de hoy, Zhu Tao, director de la oficina de seguridad aérea de la Administración de Aviación Civil de China (CAAC), indicó que miembros del personal de búsqueda y rescate encontraron restos sospechosos a unos 10 kilómetros de la escena del accidente principal, por lo que el radio del programa de búsqueda y rescate seguirá ampliándose.
De acuerdo a los funcionarios intervinientes, el cráter principal, ubicado en una zona montañosa de la región de Teng, mide alrededor de 2500 metros cuadrados y tiene una profundidad de alrededor de 20 metros. Allí se han encontrado restos de palas de motor, álabes, parte de los estabilizadores horizontales izquierdo y derecho, actuadores y otros componentes de la aeronaves, junto a certificados de la tripulación. Además, Zheng Xi, jefe del cuerpo de rescate, dijo que se hallaron restos humanos en el lugar.
A esto ahora se agrega, además, una novedad surgida hace instantes: miembros del personal de búsqueda y rescate encontraron restos de la aeronave en una granja situada a unos 10 kilómetros del lugar del accidente. La pieza hallada tiene una longitud aproximada de 1,3 metros y un ancho de unos 10 cm, y parece ser parte de uno de los motores CFM56 que impulsaban al avión. Producto de este avance, el rango de búsqueda y rescate se ampliará.
Hallar la segunda caja negra es prioritario
Mao Yanfeng, director del centro de investigación de accidentes de aviación civil de la CAAC, dijo en una conferencia de prensa oficial que la prioridad para la investigación es que «se encuentre la segunda caja negra lo antes posible». Los investigadores encontraron ayer una de las grabadoras de datos de la aeronave, que pese a estar muy dañada, fue identificada posteriormente como la grabadora de voz de cabina (CVR). Yanfeng señaló que el equipo «fue enviado a una institución en Beijing para su apertura».
El siguiente paso para los investigadores es tratar de encontrar la otra «caja negra»: el registrador de datos de vuelo (FDR), que almacena cientos de parámetros de vuelo del avión. Según reporta la BBC, tras repetidos intentos de encontrar la señal de radio de la «caja negra» (ambos aparatos están equipados con un transmisor de radio para ayudar a su localización), no se halló nada, por lo que se sospecha que dicho transmisor podría estar dañado.
Los investigadores estadounidenses, en duda
La práctica internacional tras un accidente aéreo indica que en la investigación suelen colaborar la junta de investigación de accidentes del país donde se diseñó el avión, junto a representantes del fabricante de la aeronave y de los motores.
En este caso, Estados Unidos, el país que diseñó y produjo el avión, puede designar mandatarios para colaborar en la investigación. La NTSB anunció poco después del accidente que había elegido un investigador como representante. Sin embargo, debido a que «viajar a China está sujeto a visas y restricciones debido al COVID-19, el viaje de esta persona está pendiente. Estos problemas deberán ser sorteados antes de tomar la decisión de efectivamente acudir al lugar», señaló el organismo en un comunicado.
Por otro lado, Tao señaló durante la conferencia de prensa de hoy que el enfoque «sigue siendo la búsqueda y recopilación de evidencia. Una vez culmine esta y al ingresar a la etapa de investigación, invitaremos a unirse a las partes relevantes».