Comair, subsidiaria de British Airways en Sudáfrica, y su low cost Kulula, han suspendido sus vuelos y ventas de pasajes ayer 31 de mayo ante las dificultades financieras que atraviesan.
La empresa ha comunicado que buscan un rescate empresarial (BRP) para obtener el financiamiento asegurado. Una vez recibido, la aerolínea podrá reanudar las operaciones, pero por el momento no tienen más opciones que suspender voluntariamente todos los vuelos programados hasta que se confirme la financiación.
“Lamentamos profundamente las molestias que esta suspensión causará a nuestros clientes. Hicimos todo lo que pudimos para evitarlo. Comair, los BRP y los prestamistas están haciendo todo lo posible para obtener los fondos para que podamos reanudar nuestro horario de vuelo normal lo antes posible”, dijo el director ejecutivo de Comair, Glenn Orsmond.
La subsidiaria de British Airways Comair cerró un 2020 con graves problemas financieros producto a la baja de la demanda relacionada con la coyuntura de la crisis sanitaria, lo que provocó la suspensión por ocho meses de las operaciones en Sudáfrica. En el medio de una reestructuración accionaria compleja, la compañía se vió obligada a cancelar una orden por ocho Boeing 737 MAX.
«Comair es inherentemente un negocio viable. Contamos con las dos mejores marcas de aerolíneas del país. Estamos en camino de transportar más de 4 millones de pasajeros este año y generar 5.300 millones de rand en ingresos. Contamos con un excelente personal, una flota moderna, buenos canales de venta y distribución y bajos costos operativos, por lo que creemos que la financiación estará asegurada”, concluyó el director ejecutivo.
En marzo 2022 se agravó su situación cuando la Autoridad de Aviación Civil de Sudáfrica (SACAA) decidió suspender el certificado de operador aéreo de Comair, afectando también a Kulula.com, y prohibiendo a ambas continuar con sus operaciones comerciales, tras constatar varios problemas de seguridad.
Sólo en el último mes, las operaciones de Comair experimentaron sucesos que van desde
fallos en motores hasta incidentes relacionados con trenes de aterrizaje de su flota.
Tras varias semanas tensas logró pasar los protocolos de seguridad de la SACAA y reanudó sus vuelos.
Otro golpe para Sudáfrica
De acuerdo con la plataforma de inteligencia aeronáutica Cirium, Comair representa actualmente el 22% de la oferta de frecuencias del mercado nacional. Su flota está compuesta por tres Boeing 737-400 y 19 Boeing 737-800.
South African Airways (SAA) anteriormente era la principal compañía de Sudáfrica, pero cesó sus operaciones en 2020 hasta encontrar un nuevo financiamiento. A fines de 2021 ingresó a un nuevo grupo, desprendiéndose parcialmente del gobierno, y retomando sus operaciones con apenas el 5% de su flota y destinos que contaba anteriormente.
Sudáfrica fue por varias décadas un mercado dinámico con distintas compañías aéreas cubriendo la totalidad del país.
Motivado por la suspensión de SAA, Airlink se convirtió en la principal empresa del país con el 32% del share, viéndose obligada a incrementar su flota, actualmente compuesta por 19 Embraer 190, tres Embraer 170, once ERJ 145, 17 ERJ 135 y cuatro Jetstream 41.
Tras la salida de Kulula, FlySafair se volvería la low cost con mayor relevancia con el 27% del mercado con una flota de cinco Boeing 734-400 y 18 Boeing 737-800. LIFT, una startup, aprovechó la salida de SAA para iniciar sus operaciones con tres Airbus A320.