Ryanair, la mayor aerolínea de bajo coste de Europa, firmó hoy un memorando de entendimiento con OMV, una compañía internacional integrada de petróleo, gas y productos químicos con sede en Viena.
A partir del acuerdo, OMV proveerá combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) para las operaciones de Ryanair en aeropuertos de Austria, Alemania y Rumanía. El documento prevé el suministro de hasta 160 mil toneladas (53 millones de galones) de SAF durante los próximos ocho años.
Según informó la aerolínea en un comunicado de prensa, la medida permitirá evitar la emisión de hasta 400 mil toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera en ese plazo. Previamente, Ryanair ya había declarado tener el objetivo de utilizar un 12.5% de SAF en sus operaciones en 2030 y alcanzar las cero emisiones netas veinte años después, en consonancia por lo expresado por otras grandes líneas aéreas.
Además, OMV se asociará con el Centro de Investigación sobre Sostenibilidad de la Aviación del Trinity College de Dublín para trabajar en la investigación y desarrollo de soluciones para la industria basadas en combustibles sostenibles.
«Este memorando de entendimiento es una gran oportunidad para acelerar los esfuerzos en materia de sostenibilidad de ambas compañías», aseguró Nina Marczell, vicepresidenta de Aviación, Distribuidores de Combustibles y Sector Público de OMV. «El combustible de aviación sostenible reduce significativamente las emisiones de dióxido de carbono y estamos encantados de colaborar con un socio fuerte como Ryanair, y de proporcionar soluciones para el desarrollo sostenible de la industria de la aviación», agregó.
Una de las mejores alternativas en el corto plazo, pero con precios que aún no son competitivos
El acuerdo se confirmó en un contexto de escasez de combustible y aumento generalizado de su precio. Las interrupciones de las cadenas de suministro, las consecuencias de la guerra en Ucrania y la recuperación de la industria, que demanda más carburante, han generado tensiones sobre el sistema.
En ese contexto, los combustibles sostenibles podrían resultar más atractivos. No obstante, los niveles de producción y suministro de estos materiales alternativos aún están lejos del nivel que permitiría su depreciación y los convertiría en alternativas viables al carburante tradicional a base de combustibles fósiles.
Sin embargo, muchos actores involucrados están trabajando arduamente en el desarrollo de los combustibles sostenibles. Con los operadores buscando alternativas para reducir sus emisiones y los organismos reguladores ejerciendo mayor presión en ese sentido, puede esperarse un importante crecimiento de su producción en el corto y mediano plazo.
Se trata, además, de una de las alternativas más viables para lograr una reducción en el impacto ambiental de la aviación en el futuro próximo, gracias a su adaptabilidad a la infraestructura terrestre existente y a los motores aeronáuticos actualmente en servicio.
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