Los numerosos casos de vuelos ilegales, la mayoría de ellos provenientes del contrabando y también del narcotráfico, preocupa a las autoridades debido a lo que se considera “una urgente necesidad” de instrumentar los mecanismos necesarios en la lucha contra este flagelo.
Incluso desde el gobierno provincial, el gobernador Jorge Capitanich llamo a luchar en forma tenaz contra el narcotráfico anunciando una serie de medidas a adoptarse.
Sin embargo, en declaraciones periodísticas, los ingenieros especializados que realizaron el trabajo, entre ellos, el Ingeniero Francisco Palana, Técnico Aeronáutico y Jefe del Departamento de Sensores y Radares de la Administración Nacional de Aviación Civil, señalaron que estos radares no tienen absolutamente nada que ver con el control de vuelos ilegales, pero sí aclararon que su aporte desde este sistema de radarización será el de avisar sobre tránsitos de vuelos que están identificados y aquellos que no lo están, dato más que importante porque a partir de dicha información se podrá interceptar más rápidamente aquellos vuelos no regulares o intrusos.
El radar, instalado en el aeropuerto de Sáenz Peña, fue fabricado en su totalidad en Bariloche, donde la empresa estatal Investigaciones Aplicadas (Invap) tiene su sede y hasta la semana entrante estará a modo de prueba.
El equipo está funcionando de este modo, pero las autoridades pertinentes esperan que pronto sea puesto en marcha, en un nivel de “radarización constante”.
“El NEA es una de las primeras regiones que terminó de radarizarse en el marco del plan nacional para controlar el tráfico en todo el país. Y es algo histórico, porque es la primera vez que el país tiene radarización en esta región”, destacó dias atrás ante NORTE el director de la Región NEA de la ANAC, Marcelo Gil.
Esta implementación responde al decreto 1.407 firmado en la presidencia del Doctor Néstor Kirchner, por la cual se comenzaron una serie de tareas entre las cuales se decidió de una manera histórica que los radares que sean utilizados en tránsito aéreo sean totalmente fabricados en nuestro país, siendo uno de ellos el que será instalado en Sáenz Peña.
Este equipo, que desde el año 2011 se viene haciendo los trabajos de instalación en el predio del aeropuerto de Sáenz Peña, está enmarcado en un plan de radarización implementado por la Administración Nacional de Aviación Civil, siendo uno de los 22 que se dispondrán en todo el país para consolidar el plan de radarización con el fin de reforzar el control aéreo.
El radar de fabricación nacional era el que, en principio, estaba previsto instalarse en Las Lomitas (Formosa), pero gestiones del gobierno provincial y de la ANAC lograron relocalizar en el aeropuerto de Sáenz Peña.
“Tiene una señal que va a Buenos Aires por fibra óptica. Allí se procesa y se reenvía a todos los centros de control de área. En este caso llega a nuestro Centro de Control de Área en Resistencia”, puntualizó el director. De este modo, los controladores aéreos tienen en pantalla todo el movimiento de los vuelos que pasan por este espacio aéreo.
El nuevo radar se integra a los que funcionan actualmente en los aeropuertos de Corrientes (capital) y el que a fin de mes se pondrá en funcionamiento en Posadas (Misiones), todos bajo la órbita de control de la Región NEA de la ANAC.
La semana que viene, la ultima prueba
Los técnicos consultados señalaron ayer que en la semana entrante, se realizará el ultimo periodo de prueba de este radar. En tanto, autoridades de seguridad y de la justicia federal esperan que la puesta a punto no demore más, teniendo en cuenta la utilidad que podría tener este tipo de instrumento. Para certificar su validez y exactitud tiene un mes de prueba. Una vez que responda a los estándares internacionales de confiabilidad, será habilitado”, habia adelantado Gil.
En el aeropuerto de Sáenz Peña la ANAC dispuso a cuatro personas que operan el tráfico aéreo y hay, además, dos técnicos del Servicio Meteorológico Nacional. “Es un aeropuerto no controlado, pero con este radar estamos dándole cobertura a todo el NEA. Es algo histórico, porque la Argentina jamás tuvo cobertura en el norte”, enfatizó el directivo.
Si bien el aeropuerto del centro chaqueño no tiene tráfico comercial regular, registra movimiento de vuelos privados, oficiales, aviones escuela y de aviones fumigadores. Allí todavía persiste el problema con los “dormilones”, pájaros que comprometen la seguridad de las operaciones aéreas. “El problema es que resulta difícil resolver el inconveniente sin tomar una medida drástica, como su eliminación”, sostuvo Gil, aunque señaló que organismos ambientalistas y otras entidades se oponen a esas acciones extremas.
Fuente: Diario Norte