En un nuevo hito del proceso de sustitución de importaciones en la industria aeronáutica que la Federación Rusa pretende completar, el fabricante Irkut recibió la aprobación de algunos de los principales cambios de diseño en su avión MC-21, que incluyen la instalación de componentes locales, por parte de la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia).
Los documentos que confirman la modificación del certificado de la aeronave se entregaron ayer en el Ministerio de Industria y Comercio. A partir de la aprobación, Irkut tiene luz verde para avanzar en el proceso de implementación del motor ruso PD-14, desarrollado por la Corporación Unida de Motores (UEC), y del ala de materiales compuestos de fabricación nacional.
Según informan fuentes rusas, durante 2022 el Irkut MC-21 realizó con éxito más de 160 vuelos de prueba utilizando el motor PD-14. Por otra parte, el ala se sometió a un ciclo de pruebas y obtuvo resultados positivos de resistencia.
A través del decreto oficial número 1693 del 25 de junio de 2022, el gobierno ruso había aprobado un amplio programa de desarrollo del transporte aéreo hasta 2030. «Frente a las limitaciones externas, el objetivo estratégico del sector será una transición acelerada al equipamiento nacional», aseguraron en ese momento.
Hacia agosto de este año, el Irkut MC-21 ya se había independizado en gran medida de los insumos occidentales, que desaparecieron casi por completo de Rusia como consecuencia de la invasión del país a Ucrania y las posteriores sanciones recibidas. El proceso de sustitución de importaciones continuó.
«La aprobación de los cambios para el motor y el ala nacionales representa un hito importante del proyecto MC-21 y la base para la posterior sustitución de las importaciones de todas las unidades del avión», aseguró Yuri Slyusar, director general de United Aircraft Corporation (UAC).
El Irkut MC-21 y las sanciones
El Irkut MC-21 es un avión de pasillo único, medio alcance y capacidad para entre 163 y 211 pasajeros. Si bien completó su primer vuelo en mayo de 2017, aún no comenzó a operar comercialmente. Las entregas inaugurales podrían producirse durante los primeros meses de 2023.
Las sanciones aplicadas por la Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, que restringen a Rusia la posibilidad de importar aeronaves y piezas de fabricación occidental, sumaron presión a la producción aeronáutica del país.
Como respuesta, la administración rusa comenzó a implementar una serie de medidas de promoción de la industria nacional. En este contexto, uno de los principales retos de los fabricantes rusos es conseguir incrementar el ritmo de producción.
El gobierno ruso enfatizó la necesidad de reducir al máximo posible la dependencia de los insumos extranjeros. Para la producción local, disminuir la importación de componentes e incentivar la actividad propia de los fabricantes nacionales resulta clave para sus intenciones.
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