Helicóptero policial derriba globo por representar una amenaza para el tráfico aéreo

Redacción Aviacionline

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El lanzamiento de un globo por unos delincuentes fue impedido por la policía de Río de Janeiro, en Brasil, que utilizó un helicóptero para derribar el artefacto.

La suelta tuvo lugar ayer (10) en el barrio de Caramujo, en la frontera entre São Gonçalo y Niterói, al este de la Región Metropolitana de la ciudad de Río de Janeiro, uno de los sectores con mayor tráfico aéreo de Brasil, cercano a dos de los principales aeropuertos de ese país, según reporta nuestro medio asociado, Aeroin.

Varias personas se reunieron para soltar el globo, que llevaba una pancarta en la que se leía «Família Niterói AP 15 anos». Poco después de que la pancarta empezara a despegar, apareció un helicóptero Airbus H125 Esquilo del Grupo Aeromóvil de la Policía Militar del estado de Río de Janeiro.

Como muestra el siguiente vídeo, la aeronave sobrevoló el globo y, por efecto del rotor principal, desgarró y derribó el objeto, que cayó y se incendió, mientras los delincuentes en tierra intentaban recuperar la pancarta.

Soltar globos es un delito y pone en peligro el medio ambiente y el tráfico aéreo. Lamentablemente es un flagelo que sufren muchos aeropuertos latinoamericanos en cuyas comunidades existe la costumbre de lanzar globos para celebrar fechas especiales como el Día de la Madre, Año Nuevo o fiestas patrias, sin que hasta el momento las autoridades correspondientes hayan tomado medidas punitivas ejemplificadoras.

En mayo pasado un globo cayó sobre un Airbus A320neo de Azul en el aeropuerto Santos Dumont de Río de Janeiro y provocó un principio de incendio que logró ser contenido por el Servicio  de Salvamento y Extinción de Incendios.

Dos casos bastante conocidos fueron el de un globo que cayó en la plataforma del aeropuerto José María Córdova de Medellín próximo a un Boeing 737 de Copa Airlines en enero de 2022, y el del impacto de otro globo en el Año Nuevo 2021 en un Airbus A319 de Avianca cuando estaba en la aproximación final al aeropuerto El Dorado de Bogotá y dejó sus restos enredados sobre el fuselaje y el timón de cola.

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