Para viajar desde Buenos Aires a Madrid de manera directa, se nos presentan tres opciones: Iberia, Aerolíneas Argentinas y Air Europa. Esta vez, en Aviacionline, probamos cómo es viajar en la clase Business de Iberia, desde la espera en los aeropuertos de Ezeiza y de Barajas en las salas Vip, hasta las comodidades de la cabina, su gastronomía y bebidas y la atención del personal.
Comenzamos con el vuelo IB6844 que tenía horario de despegue de Ezeiza a las 21,35 con horario de arribo al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas a las 14,30.
Era poco más de las 17,30 cuando arribamos al hall principal de la “vieja” terminal A de Ezeiza y aunque aún los mostradores de check in no estaban habilitados, la cantidad de personas que estaban ya haciendo la cola para el trámite previo al embarque, era más que numerosa. Lo que demuestra que la gente tiene tendencia a llegar con mucha anticipación a la estación aérea para “evitar complicaciones”.
Llegamos con el check in ya realizado, por lo que solamente había que despachar el equipaje, pero la amabilidad de Diego, a cargo de la operación de Iberia esa noche en Ezeiza, agilizó también ese proceso por lo que poco después ya estábamos dirigiéndonos al Vip, ya que gracias a la gestión de Aeropuertos Argentina 2000, que facilitó el tránsito migratorio y de control del equipaje de mano por el denominado Fast Pass, pudimos realizar ese procedimiento en menos de 15 minutos.
Nos quedaban aún tres horas y media por delante, pero la variedad de oferta en cuanto a bebidas y opciones para comer en el Vip que Iberia comparte, entre otras compañías, con American Airlines, hicieron la espera llevadera.
Poco después de las 20,30 nos acercamos a la puerta 3, por la cual íbamos a embarcar a partir de las 20,45. Ya había gente haciendo cola. Los argentinos tenemos esa tendencia a comenzar con la cola para el embarque mucho antes de los llamados respectivos. Algo que no sucede en otros lugares.
Sin embargo, nuestro apuro por llegar obedecía a que habíamos quedado con Diego en subir unos minutos antes a la aeronave, para poder apreciar el trabajo que se realiza en los momentos previos a la partida del vuelo.
El Airbus 350-9, matrícula EC-OAX, de cinco años de antigüedad, había tocado tierra en Ezeiza a las 19,25 y en el interior del avión la actividad era febril. El personal de limpieza dividía sus tareas entre las tres clases con las que cuenta Iberia, la Business, la Turista Premium y la Turista. Por otro lado, desde la puerta lateral derecha, se cargaba el catering para el vuelo. Quedaban pocos minutos para la llegada de la tripulación y todo debía estar listo para entonces.
El arribo tardío de la tripulación, producto de un embotellamiento en la autopista, demoró un tanto el proceso de embarque, sin embargo, el personal actuó prestamente para agilizar todo y a las 21,40 comenzó el push-back para el posterior despegue.
Mientras recorríamos la calle de rodaje hacia la cabecera de pista, degustamos un jugo de naranja y acomodamos la almohada, el edredón y el cubre asiento en un espacio existente frente al asiento. El asiento es cómodo, el espacio amplio y los compartimientos para guardar los objetos se encuentran a mano y poseen la suficiente profundidad como para evitar que se anden desparramando en caso de alguna turbulencia.
El compartimiento inferior al apoyo de los pies, permite guardar allí los calzados, una mochila o un bolso de mediano tamaño.
Los auriculares, de muy buena calidad, son insonoros y cómodos. No presionan y eso es importante para sostener un buen descanso mientras escuchamos música o vemos alguna película.
Esto nos lleva al análisis del sistema de entretenimiento, realmente muy variado. Es posible encontrar los últimos estrenos de Hollywood y una gran variedad de géneros; desde comedia, drama, acción y, por supuesto, cine español. También hay series de televisión (españolas e internacionales), documentales y programas de deportes, tecnología y viajes, entre otros. Además, todas las novedades musicales y una selección de audiolibros y podscasts.
Desde el asiento se puede controlar los contenidos de la pantalla a través de un menú sencillo, ya sea a través de la propia pantalla táctil o mediante el control, que también posee una pantalla táctil y comandos, tanto para los juegos como para la navegación en las diferentes opciones.
El sistema posee, además, diferentes videojuegos en variadas alternativas, como Casino, Deportes, Trivia, Arcade o Infantil, entre otros. También se puede acceder a miles de revistas y periódicos internacionales de más de 150 países y en más de 60 idiomas.
Siendo socio de Iberia Plus o viajando en Business, se cuenta con Wi Fi gratuito para mensajería, durante todo el vuelo.
Contamos con un enchufe universal y tres puertos USB para las conexiones, además de la que corresponde a los auriculares, aunque es posible también, conectar los auriculares propios, tanto con cable o inalámbricos, estos últimos por bluetooth.
A las 22 ya la ventanilla nos devolvía las luces de Buenos Aires abajo y la trompa del A350 apuntaba al Río de la Plata.
Alcanzada la altura de crucero, llegó el momento de la cena. El vuelo se desarrollaba sereno, aunque el comandante había advertido la posibilidad de algunas turbulencias, normales para esta época del año y frecuentes, también, una vez que comenzara el cruce del Atlántico.
El menú presenta opciones. Como entrada Timbal de pulpo marinado con pimentón y limón sobre pimientos salteados, acompañado de tapenade de aceitunas negras y limón a la brasa, o Batatas asadas sobre una base de ajo blanco acompañadas de corazones de lechuga de Tudela y tomates cherry secos. Nos inclinamos por el Timbal de pulpo.
Como plato principal, las alternativas eran: Pechuga de pollo a la plancha con jamón crujiente sobre un puré de patata con mostaza, servida con alcachofas a la plancha, o Langostinos a la parrilla sobre una salsa de tomate, acompañados de espinacas salteadas y arroz basmati, o Pasta panzerotti hecha a mano rellena de mozzarella en una salsa cremosa de tomate y queso parmesano, servida con berenjena frita y tomates cherry semi-secos. En este caso elegimos la pasta. Todo regado con un vino Rioja, de excelente calidad.
Para el postre se podía optar por una Tarta de avellanas y chocolate con fruta de la pasión, o Helado de frambuesa acompañado de palitos de chocolate y arándanos, o Selección de quesos españoles servidos con membrillo y uvas. Nuestra opción fue la tarta de avellanas. Exquisita.
Para después de la cena, hay bebidas alcohólicas a discreción, café e infusiones y durante todo el vuelo están disponibles, en los galleys, bocadillos y bebidas.
Los baños exclusivos del sector Business, son dos y más amplios que los del sector Turista.
Para la hora de dormir, el asiento se convierte en una cama de 180 grados. Se coloca un cubre asiento lo suficientemente grueso como para hacer olvidar las molduras propias de la butaca y el edrón o acolchado, es muy amplio como para cubrirnos largamente. El largo del asiento es más que adecuado para una persona alta, inclusive. Y a diferencia de otras Business, el ancho del asiento permite una estadía cómoda sin golpear los laterales. Importante, sobre todo para el que se mueve durmiendo.
Dormimos de un tirón y nos despertamos totalmente descansados cuando restaba poco más de dos horas para aterrizar en Madrid. Ya la tripulación preparaba el desayuno, o merienda o almuerzo, depende de cómo lo tomes teniendo en cuenta que era el mediodía en la capital española.
Milhojas de verduras con queso mozzarella, Tortilla de papa con jamón ibérico y anchoas, Selección de fruta fresca de temporada, Pan caliente o picos artesanos y Selección de bebidas frías, cafés e infusiones, era la tentadora oferta antes del arribo.
Llovía en Barajas cuando el A350 tocó la pista, pero el aterrizaje fue suave, medido y en pocos minutos estábamos frente a la puerta de embarque en la Terminal T4S.
Los trámites migratorios fueron lentos. Se había acumulado mucha gente producto de la llegada simultánea de varios vuelos y, tal vez por la misma razón, la espera de los equipajes se hizo tediosa. Barajas tiene eso…
EL REGRESO
Luego de cuatro días en Madrid de trabajo y un poco de paseo, nos preparamos para el regreso a Buenos Aires. Llegamos a Barajas a las 9,15 de la mañana, el vuelo estaba previsto para las 12.
Iberia cuenta con un servicio diferenciado de check in para la Clase Business. Mientras que para Turista y Turista Premium los trámites se realizan a través de las máquinas destinadas a tal efecto, cuando se viaja en Business se accede a los mostradores para una atención personalizada.
La partida era desde la terminal T4S, para lo cual, tras el check in, debimos abordar el trencito que nos trasladó desde la Terminal T4, hasta la T4S, donde realizamos el trámite de control de equipaje y migratorio, esta vez sin mayores demoras.
La espera la matizamos con un muy buen servicio del Salón Neptuno de Iberia y cuando restaban 15 minutos para la hora prevista para el embarque, nos dirigimos hacia la plataforma E-38, donde ya estaba el Airbus 350-941 Matrícula EC-NIG.
El embarque fue ordenado y la atención a bordo tan correcta como en el viaje de venida. Las comodidades eran las mismas que las del otro vuelo, ya que ambos aviones tenían la misma configuración. Lamentablemente, un cambio de último momento nos privó de viajar en la nueva Clase Business, del Airbus 350 Next, donde las condiciones están sumamente mejoradas.
La nueva Business cuenta con Cabina privada con acceso directo al pasillo, con puerta independiente y número de asiento proyectado en el pasillo. La cama de hasta 2 metros de largo completamente horizontal, una pantalla táctil individual de 15.4″ 4K, con mando individual con pantalla táctil de 4.2″y mando multitáctil.
Los asientos cuentan con reposacabezas ajustable, ajuste regulable de los cojines lumbares y dorsales con función de masaje, auriculares con cancelación de ruidos, luces de lectura individual y el habitual cojín convertible en colchón, edredon, almohada y neceser de aseo.
En los vuelos del A350 Next, además de la conexión a Internet, también hay conexión bluethooth para auriculares inalámbricos.
En cuanto a la oferta gastronómica, esta vez las opciones fueron Roast beef servido con ensalada de col, espárragos verdes y gajos de naranja, aderezado con mostaza; o Queso feta sobre una cama de cuscús con tomate, corazón de palmito y rúcula, aderazado con vinagreta de aceite de oliva, como entrada.
Los platos principales a elegir eran: pechuga de pollo a la parrilla en salsa de mostaza, servida con calabacín, zanahoria y patatas asadas; o Abadejo horneado en salsa cremosa de limón acompañado de orzo con espinacas, calabaza y ratatouille; o Raviolis de calabaza y champiñón en salsa de hongos con lascas de queso.
La variada oferta de vinos tintos y blancos de prestigiosas bodegas españolas y de postre, tarta ópera de chocolate; o helado de vainilla servido con fresas y crumble de galleta.
Como siempre, además, en cualquier momento selección de quesos con uvas rojas y membrillo, Pan artesano caliente acompañado por aceite de oliva virgen extra orgánico y mantequilla.
Antes de aterrizar en Buenos Aires, se repitió la Tortilla de papas con jamón ibérico, frutas, café, jugo y pan a discreción.
Ezeiza nos recibió con poca gente en Migraciones, por lo que el trámite fue bastante rápido y la entrega de equipajes tampoco se hizo esperar demasiado.
Volar con Iberia en Business es una experiencia que, seguramente, vamos a querer repetir.
Salvo por el hecho de que no hay personal en Barajas para despachar equipaje para quienes viajan en Turista, lo demas perfecto. Pero esto es algo que deberían modificar ya que hay gente que necesita asistencia por diversos motivos
Detallada descripción de lo que brinda Iberia – Bussines ( EZE-BRJ) . Muy útil . Y permite comparar . Amén de ello , estimula la competencia .
La sala VIP de Iberia en la T-4S es Velázquez y no Neptuno.