Por primera vez, un jet civil aterrizó en una carretera australiana para una misión de emergencia médica en el Outback.
El aterrizaje en carreteras realizado por aviones no es algo tan inusual, pero es llevado a cabo en su mayoría absoluta por aeronaves militares. Sin embargo, la operación civil es prácticamente inexistente, siendo las excepciones en aterrizajes de emergencia. Pero en el Outback de Australia la situación es diferente: existen varias carreteras homologadas y pintadas para servir como pistas de aterrizaje.
Dado que tiene decenas de comunidades aisladas, Australia, a través del Royal Flying Doctor Service (RFDS), cuenta con un equipo médico listo para volar a lugares remotos, aterrizando muchas veces en pistas no preparadas de tierra o grava.
El avión más nuevo del RFDS, el jet Pilatus PC-24, ya tiene la capacidad de operar en estas pistas no convencionales, pero nunca había operado en una carretera, que era una operación hasta entonces realizada solo por aviones civiles con hélice.
Y esta semana el RFDS realizó su primera operación con el PC-24 en una carretera, que fue cerrada por equipos de emergencia y también contó con una operación del hermano menor y turbopropulsor, el PC-12.
Este es el video:
El programa Pilatus PC-24 realizó su vuelo inaugural en mayo de 2015 y obtuvo la certificación de la EASA y la FAA en diciembre de 2017, previo a la primera entrega a un cliente en febrero de 2018.
En configuración de 6 pasajeros tiene un alcance de 3.704 kilómetros a una velocidad crucero de 815 km/h. Está equipado por dos motores Williams FJ44-4A.
Tiene una longitud de 16,85 metros y una envergadura de 17 metros, con un peso máximo al despegue de 8.500 kg.