En el evento que marcó su jubilación, el comandante Christian Pokorski, de Lufthansa, sorprendió a sus pasajeros con una maniobra audaz durante el despegue de su último vuelo. El incidente, que fue grabado en video (abajo), generó comentarios en las redes sociales, recibiendo reacciones diversas de los usuarios.
El comandante, quien concluía una carrera de 33 años en la compañía, ejecutó el movimiento conocido como «saludo con el ala» con un Airbus A380-800, completamente cargado de pasajeros y combustible, justo después del despegue del vuelo LH-453, un trayecto de 10 horas y 30 minutos con destino a Múnich, Alemania.
Antes del despegue, el piloto había sido homenajeado por el aeropuerto de Los Ángeles con un arco de agua creado por chorros de los camiones de bomberos mientras se dirigía desde la puerta de embarque hasta la pista, una tradición conocida como «saludo de cañón de agua».
Aunque es una práctica común entre pilotos militares al dejar una base aérea después de un ejercicio, el «saludo con el ala» también puede ser realizado por pilotos comerciales para señalar su despedida.
En estos casos, se trata de un movimiento del avión que simula el gesto de saludar con un brazo humano, ejecutado en uno de los últimos vuelos del piloto antes de su jubilación.
Una grabación del hecho, ampliamente compartida en las redes sociales como TikTok, provocó una variedad de reacciones. Mientras algunos usuarios cuestionaban la legalidad de llevar a cabo tal procedimiento con un avión tan grande y lleno, otros expresaron total tranquilidad respecto a la situación.
@airplane.spotterlax Pilot Christian Pokorski last flight for out LAX, Big maneuvering you wont belive it #a380 #lufthansa #retirement #fyp #takingoffa380 #losangeles #california #foryoupage
Uno de los comentarios aseguraba que, en ocasiones como esta, los auxiliares de vuelo de Lufthansa informan a los pasajeros sobre la maniobra antes de realizarla para evitar malestar, aunque no se sabe con certeza si esto sucedió.
Otro comentario, en tono humorístico, sugería si el comandante no tenía la intención de hacer de ese el último vuelo para todos a bordo. La maniobra en sí no representa riesgos, pero puede causar inquietud entre los viajeros no habituados, en caso de que no hayan sido avisados con antelación.
