Dentro de sus planes de ajuste y “achicamiento del Estado”, el Gobierno liderado por el presidente Javier Milei anunció que transferirá las aeronaves de la Agrupación Aérea Presidencia la Fuerza Aérea Argentina. Pero pueden tener alguna utilidad militar?
La flota presidencial está conformada por el Boeing 757-256 comprado durante los últimos tiempos de gestión del ex presidente Alberto Fernández, matrícula ARG-01, un Boeing 737-500 (ARG-02) y tres helicópteros, los cuales son un Sikorsky S-70C (ARG-10) y dos Sikorsky S-76B Spirit ARG-11 y ARG-12). Todas estas aeronaves son, históricamente, operadas y mantenidas por personal de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). También hay que sumar un avión Learjet 60 (ARG-03), que es propiedad de la FAA pero utilizado por la Presidencia y un helicóptero Airbus H155B1, operado por la Policía Federal Argentina.
Manuel Adorni, vocero presidencial, confirmó mediante sus redes sociales que las aeronaves serán traspasadas al ámbito de la Fuerza Aérea, que hasta el día de hoy “dependen formalmente de la Secretaría General de Presidencia”.
La intención es realizar el traspaso de la flota de aviones a la Fuerza Aérea, por lo que se siguen realizando las auditorías y los relevamientos pertinentes para continuar con el cumplimiento de la orden del Presidente de la Nación.
Si bien la flota ya es operada y mantenida…
— Manuel Adorni (@madorni) March 5, 2024
Si bien el planteo del presidente Milei es que los aviones y helicópteros puedan ser utilizados para funciones operativas de la FAA, no quita que éstos no se pongan a disposición del Presidente o agentes del Gobierno para traslados oficiales. Eso sí, ahora todos estas aeronaves pasarán a ser mantenidas y sostenidas con el exiguo presupuesto de la Fuerza Aérea, lo que representa, más que un ahorro estatal, una transferencia de gastos para limpiar los balances.
Fuerza Aérea VIP
No resulta evidente qué provecho podría sacarle la Fuerza Aérea Argentina a estos aviones y helicópteros configurados para transporte VIP. En su actual configuración, muy poco o ninguno.El Boeing 737-500 podría ser modificado, cambiando su interior VIP por uno de transporte de pasajeros normal, a fin de incrementar su capacidad de traslado de tropas y complementar al T-99 “Islas Malvinas”, única aeronave de este tipo operada por la FAA.
Respecto del Learjet 60, como se mencionó, este ya pertenece a la FAA, y seguramente continúe operando en vuelos de transporte VIP, ya sea para Presidencia, ya para los altos mandos de la Fuerza.
En cuanto al Boeing 757 (ARG-01) y los helicópteros Sikorsky (ARG-10/11/12), no parece que vayan encontrar un sitio en la FAA, ya que probablemente resultaría antieconómico su modificación de transporte VIP a una configuración que pueda resultar útil para fines militares.
De concretarse la operación de transferencia, tal vez lo más sensato para la Fuerza Aérea Argentina sea buscar compradores para estas aeronaves, a fin de conseguir recursos para la adquisición de sistemas de armas que realmente respondan a sus muchas necesidades, y cuyo costo logístico sea más amigable al escaso presupuesto disponible.
Y mientras esta situación se esclarece, la Fuerza Aérea Argentina sigue esperando que el Gobierno (ya que los anteriores no lo hicieron) tome una decisión y ponga a su disposición los fondos necesarios para la muy necesaria compra de aviones supersónicos de 4ta generación, cuya postergación indefinida parece ser la única “política de Estado” que los sucesivos gobiernos argentinos no tuvieron problemas en mantener.